Yo, Osvaldo y Roier empezamos a correr hacia donde estaban las plantas para taparnos, pues el señor nos miró y comenzó a sonreír mientras se acercaba al pedazo de piedra de la presa
Nos tapamos con las plantas pero nuestra ropa estaba justo donde estaba el viejo loco
-Hey...-dijo el viejo
-¡¿Que quiere?!-dije gritando, mientras que estaba escondido con los demás
-No se asusten solo pasaba por aquí pensé que en estos cerros no había nada más que puro bosque, pero veo que si hay gente-dijo el viejo
-Pues hay gente, ¡ahora vallase!-grito Osvaldo
-No me tengan miedo no les are nada, salgan de ahí-dijo el viejo
-Ni locos, ese viejo quiere violarnos-susurró Roier
-Entonces ¿que hacemos?-susurre
-miren yo voy a salir le digo al viejo que me de, mi ropa y cualquier cosa que quiera hacer, lo madreo-susurró Osvaldo
-Tu ni siquiera sabes pelear Osvaldo, yo saldré y lo madreare y lo pendejeare-susurre
Nos reímos
-Ok vas Aldo-susurro Roier
Solo fui saliendo de entre las plantas desnudo pero abajo del agua para que el hombre no me viera mi hermoso cuerpo desnudo
-Oiga señor me puede pasar mi ropa por fa-le hable al viejo
-Claro ¿está?-dijo agarrando la bola de ropa de Osvaldo
-¡No!, la otra la azul-dije indicándole
La tomo y me la aventó
-Gracias-dije
rápido me puse el bóxer y mi pantalón todo mojado rápido salí de la agua acercándome al viejo sigilosamente por la ropa de Osvaldo y Roier
-Olle tienes buen cuerpo-dijo el viejo
-Gracias-Reí nervioso
Me acerqué por la ropa de los demás rápido la agarre cuando el viejo de repente se desabrochó el pantalón me saque de onda
-¿QUE HACE DON?-dije con miedo
-No nada, solo que la agua de la presa se ve muy bien y me quiero bañar aquí con ustedes-dijo el viejo
-No...ya nosotros ya nos vamos-dije rápidamente
-¡No!. ¡NO SE VALLAN!-dijo el viejo enojado
-¿Por que?-dije sacado de onda
-¡MIREN TENGO UNA URGENCIA!, ustedes deben entender-dijo el viejo, -¿no?-el viejo se toco la pichula del su pantalón
Rápido les aventé la ropa a Roier y a Osvaldo
-¡TA LOCO VALLASE A CHINGAR A SU MADRE!-dije enojado
Roier y Osvaldo rápido se estaban poniendo su ropa
-¡Ándale morro!, por favor ya me anda y ninguna mujer me puede bajar la calentura más que tú Aldo-dijo El viejo
¿Como sabía mi nombre el pinche viejo puto?
-¿Como sabe mi nombre?-dije asustado
-Como no saberlo chiquito si tú eras uno de los trabajadores guapos y papasitos-se mordió el labio mientras me miraba de arriba a abajo, -Tu trabajabas para el viejo de Don pancho, siempre pasaba por ahí para verte todo sudado, ¡me encantastes chiquito!-dijo el viejo
Me alejaba más de el mientras lo veía me estaban dando muchos ascos, Osvaldo y Roier salieron de la presa rápido el viejo no me dejaba de mirar con esa mirada asquerosa
-¡Vamonos!-dije asqueado
-¡NO ALDO NO TE VALLAS VEN PARA ACA!-dijo el viejo
Comenzó a correr hacia mi, rápido reaccione con los demás y comenzamos a correr, corrimos con todas nuestras fuerzas mientras que nuestras chanclas se rompían bien culero
Paramos de correr en un mesquite lleno de espinas
-Vayansen ustedes ahorita me madreo al viejo-dije agitado
-¿Pero y si te hace algo el puto?-dijo Roier preocupado
-No sé preocupen por mi...¡vallansen ya!-dije mientras veía a el viejo acercarse corriendo
Osvaldo y Roier empezaron a correr y yo solo respire para darle unos putazos al viejo puto
-¡ALDO NO TE VALLAS!-grito el viejo Corriendo hacia mi
-¡PARE DE CORRER!-le grite
El viejo paro de correr, suspiré y empecé a correr muy rápido hacia el corrí y corrí muy fuerte que sentí que casi me cortaba las patas, el viejo se empezó a asustar, lo derribe con todo mi cuerpo y ya noqueado le empeze a dar de putazos bien fuertes en la cara y cuerpo hasta cansarme
Lo deje sangrando como viejo asqueroso, no me importa matarlo pero no me iba a llenar las manos con sangre de un viejo como el
Lo arrastre todo ensangrentado hacia una cebada larga, demasiado alejada al bosque ahí lo metí dejando todo el cuerpo feo lleno de sangre, lo deje entre la cebada y le puse un montón de tierra arriba de el, solo me apure y me fui a la chingada de ahí, corrí de nuevo hacia la casa de mi abuela
Corrí y corrí entre los cerros y bosques para llegar a la casa de mi abuela, yo sé que la casa de mi abuela está muy lejos pero está vez se me hizo una eternidad, llegue todo agitado con las manos llenas de sangre solo me fui a lavar las manos y me metí al cuarto ahí estaban Roier y Osvaldo
