El inicio del tercer año, parecía también el inicio de muchas cosas, Baekhyun esperaba, que con la mayoría de edad, respirándole en la nuca, las cosas fueran menos caóticas, que el último año, sin embargo, sentía que había algo en el aire, algo que se aproximaba como en una tormenta de nieve sin frenos y no se sentía bien, Baekhyun solo estaba guardando las cosas en su nuevo casillero designado, cuando todo el mundo pareció estar mirando algo más y él también lo hizo.
Como pensó, el inicio del tercer año había comenzado con un montón de rumores y altas expectativas, porque no solo para los de primer año, había terminado siendo un rumor muy popular, el rumor de todo lo que había pasado en torno con Baekhyun, desde que sus videos por ahí seguían circulando y que su novio, había tratado de morir, eran un montón de cosas circulando en todas direcciones, por todas las bocas y oídos de los nuevos, incluso entonces, cuando Baekhyun estaba por ir a la universidad, sabía que todos iban a seguir hablando de eso, hasta que viniera un escándalo peor, pero entonces, en la puerta del instituto, había entrado alguien en verdad alto, fuerte, increíblemente llamativo y atractivo, todos estaban deteniéndose a mirar y el palabrerío fue cada vez menos discreto, todos estaban mirándolo y estaban preguntándose quién era, hasta que se detuvo a un par de casilleros del otro lado del pasillo, abriendo su casillero para poder empezar a meter sus cosas, y fue cuando se le cayó algo, unas chicas se acercaron corriendo para poder dárselo, su porte y presencia no eran ninguna broma.
-Gracias.- incluso su voz era muy sexy, ronca, y atractiva, pero a Baekhyun eso le hubiera soñado demasiado familiar, se había terminado quedando mirándolo por más tiempo, ese perfil, ese rostro, además de esa esencia tan masculina que se esparcía por todo el pasillo, Baekhyun se quedó sin saber que era lo que pasaba, pero entonces murmuró la respuesta.
-¿Park Chanyeol?-
Había sido complicado, pero después de haber despertado en el hospital, Chanyeol, pensó que no tenía oportunidad, había estado grave por días, incluso cuando le habían donado un montón de sangre, su condición era delicada, había tenido un colapso mental, finalmente se había terminado rindiendo, estaba durmiendo por días, incluso cuando fue llevado a casa de su padre, no estaba hablando con nadie, ni con la esposa de su padre que era la que le llevaba de comer, no se movía, prácticamente, era como si no estuviera en ese plano existencial, pero entonces, su papá comenzó a llevarlo con un montón de psicólogos, tantos como pudo pagarlos, así que Yeol comenzó a hablar después de un tiempo, aun se sentía temeroso, como si sus palabras fueran a ser usadas en nuevas formas de maltrato que aún no conocía, era un desastre, pero pensó a la vez, que estaba bien, poco a poco.
Necesitaba alejarse de la vida y de las cosas que alguna vez le habían hecho daño, era lo que más necesitaba en momentos como ese, así que siempre terminaba haciendo algo para no poder pensar en nada, agotaba su cuerpo de muchas maneras, para poder alejarse de todo y de todos, rendirse en la cama cuando ya no quedaba nada, estaba bien de esa manera, al menos para él, incluso se levantaba muy temprano en la mañana a correr, a correr tan lejos como sus piernas y el camino lo dejará, entonces solo se detenía cuando estaba en la lejanía, con la luz del sol golpeando su lindo rostro y entonces se podía reír, podía sonreír porque el pasado no pesaba como antes, de hecho, se sentía ligero, se sentía libre y eso era lo mejor de todo.
Pronto termino hablando un poco más con sus médicos, que lo felicitaban siempre por si avance, estaba sanando porque quería hacerlo, quería volver a tener una vida como la de antes de que todo sucediera, o mejor, algo donde nada ocupará sus pensamientos y solo se preocupará por cosas banales, necesitaba todo el cambio, necesitaba poder volver a sentirse vivo, y que mejor manera de desechar todo. Aunque, muy en el fondo, todo eso seguía doliendo demasiado.
Chanyeol no podía dejar atrás el recuerdo viviente de Baekhyun, aun por las noches, podía escucharlo reírse, casi era como si estuviera aun lado y se riera con muchas ganas, siempre lo veía en sus sueños, como un espejismo que ya no podía tocar más, que se estiraba hacía él y luego se iba corriendo, burlándose en su cara, como siempre había hecho, podía escuchar como decía su nombre y Yeol no sabía si eran pesadillas o las más hermosas visiones, pero volvía a sentirse como si no hubiera avanzado nada y se preguntaba hasta cuando iba a doler tanto, porque aunque lo negará, la herida estaba fresca y los traumas aun lo perseguían sin frenos, sin dejarlo respirar, sin dejarlo vivir o seguir existiendo en ese lugar.
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Patético
RomanceChanyeol va de ciudad en ciudad junto con su madre, teniendo la esperanza de poder echar raíces en el siguiente hogar al que lleguen, queriendo tener una adolescencia normal. En el lugar más reciente, termina conociendo a Byun Baekhyun, un chico que...