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Su cena de esa noche, consistía en la suerte que tuviera esa noche en esos juegos, Baekhyun había terminado siendo rodeado por un montón de luces y sonidos de colores por el casino, de verdad era impresionante el poder que tenía para concentrarse en esa clase de momentos, pero de todos modos, la presión lo obligaba a hacerlo, estaba fijando su mirada hacía todas su fichas, eran todas las dichas que le quedaban, exactamente quince fichas de cincuenta dólares cada una, era todo lo que le quedaba, en ese momento y en el mundo, así que solo había terminado sonriendo cuando fue su turno con los dados, tenía que ganar.

Baekhyun besó los dados mientras terminaba dejándolos caer por todo ese tablero, provocando que todo el mundo que rodeaba la mesa, celebrará y mirara atento todo, en especial sus acciones, en especial cuando ese par de cubos rojos terminaron rodando por ahí y entonces se detenían a lo largo, cuando Baekhyun terminó maldiciendo cuando los dados no dieron en un siete, sino en un cuatro y todos maldijeron como si fuera cosa suya también, BaekHyun terminó con la cabeza entre sus hombros cuando vio que las fichas le eran retiradas y solo goleó la mensa con su mano antes de terminar alejándose lentamente.

Había perdido todo de nuevo.

Baekhyun realmente no podía hacer nada al respecto ahora, había perdido todo, incluso no tenía dinero para ponerle más gasolina a la porquería de auto que tenía, además de que ese dinero que había perdido, ni siquiera era suyo, solo había pensado que podría multiplicarlo, se acercaban las navidades y bien sabía que todo el mundo gastaba mucho dinero en esas fechas y pensó que podría hacerlo más, peor ahora no tenía nada y solo había podido suspirar mientras se alejaba, estaba en muchos problemas en esos momentos, ni siquiera tenía una moneda para poder jugar en los traga monedas y poder sacar algo, el dinero suficiente para poder cenar o comer si quiera algo, no había nada, era todo, así que solo había metido sus manos en sus bolsillos mientras caminaba por ese casino, por el que era muy regular su presencia, aunque ahora podía decir que no iba a pasar nada bueno, no podía ir a casa, no podía quedarse, Baekhyun siempre se veía sin muchas opciones, en especial cuando se solucionar las cosas se trataba.

Termino viendo como una mujer perdía todo en la ruleta mientras él se mordía la punta de su dedo, era claro que mucha gente perdía mucho dinero todo el tiempo en ese lugar, no iban a sentir pena por un muerto de hambre como él, cuando había tantos, además de que todo eso controlado por una red criminal, era claro que a los criminales tampoco les importaba que todo el dinero perdido fuera del pago de la mensualidad de su novio.

Baekhyun tiró un poco de su cabello y suspiró, de verdad que iba a matarlo, lo entendía, se lo merecía de verdad, en verdad era una mala persona, una pésima persona, así que estaba claro que se lo merecía, no debió haber tocado ese dinero en primer lugar, pero quería hacer algo bueno, pero ahora solo iba a quedar como un tarado que claramente tenía un problema con el juego, con ese dinero se suponía que iban a pagar la renta y la comida pero ahora no habría ninguna de las dos cosas, y Baekhyun miró sus bolsillos, solo tenía un botón, una pelusa y un caramelo, eso no iba a dar para nada y no creía que alguien quisiera apostar por eso.

-Oye, lindura.- un hombre terminó hablándole y Baekhyun miro de muy mal modo a sus espaldas, era un hombre obeso, casi calvo, claramente extranjero, que lo había terminado mirando de manera morbosa, quizás confiado porque estaba algo ebrio, hasta donde Baekhyun estaba lo notaba, aunque estaba agitando un billete de veinte en su cara. –Te daré uno de estos si me muestras esas lindas tetas sin nada de ropa de por medio.- Baekhyun lo miró con la boca abierta mientras cerraba mejor su chamarra mientras caminaba rápidamente fuera de ahí, de verdad que odiaba que los tipos le vieran los pechos, pero no podían evitarlo, suponía, de todos modos, a él no le gustaban, siempre era observado de manera sucia por eso y no lo necesitaba.

El placer de ser desafortunadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora