El Bar.

Cap. 3 - Ava

Nota: Gracias por leer, me ha emocionado mucho leer sus comentarios y verlos interactuando. Por favor, siéntanse totalmente libres de comentar y platicarme sobre sus partes favoritas, me motiva muchísimo y me gusta saber lo que piensan. 

¡Linda noche! Nos leemos pronto. 

Cap. 3 - Ava

- Si, suele ser un perro voluntarioso.

Definitivamente no es la reacción que esperaba. Ella es consciente de que Beatrice no es la persona más efusiva en el mundo, pero habían progresado y vaya que su esfuerzo le costó. Hace un poco más de dos meses Beatrice la había abrazado por lo menos en tres ocasiones y con bastante intensidad. Ni hablar de la forma en la que sus ojos la habían mirado o sus manos habían sujetado su rostro y eso que ni siquiera está contando el beso, ese perfecto beso en el que le sujeto el cuello y la atrajo hacia ella en respuesta para capturar sus labios. Lo que dijo; habían progresado. Ahora, está aquí parada ante ella sonriendo como idiota después de soltar la frase más casual que pudo encontrar para generar todo eso del ambiente natural. ¿Y que hace Beatrice? Nada. Absolutamente nada. Solo suelta una respuesta banal sobre el perro y su presencia, después de dos meses de ausencia no parece ser algo importante. Es más, parece que ni siquiera está ahí.

- Oh wow – se ríe nerviosamente – no era la reacción que esperaba, digo... no quería un gremio o voladores, pero si quizá un poco más de emoción.

- ¿Ah?

¡¿Qué diablos pasa con Beatrice?! Ava se desespera.

- Beatrice ¡Soy yo!

Tierra llamando a Beatrice... Aquí Ava, tu chica... ¡esa chica que se fue por el portal con divinium literalmente incrustado en su cuerpo!

- Si, ya he visto que eres tú...

Esto es una maldita broma...

- Wtf...

Ava nota como algo llama la atención de Beatrice. El anillo... lo está usando justo en el dedo anular de la mano izquierda. La cara de Beatrice cambia a la expresión que debió tener desde el principio.

- ¡¿Ava?!

- ¡Si! – Ava suelta una sonrisa enorme y levanta los brazos.

Ava advierte la emoción que trasluce la voz de Beatrice y de pronto es plenamente consciente de la situación: esta allí, de nuevo, con ella. Nota un leve calor en el vientre, una sensación primitiva y profunda que la hace tambalearse un segundo.

Sin decir nada más, Beatrice se acerca a ella de la manera más natural del mundo, y la estrecha entre sus brazos. La abraza con fuerza, materializando el momento, concretándolo, propiciando que aquel tiempo de separación se disolviera en la oscuridad de esa noche.

- De esto es lo que hablaba... - suelta Ava mientras sonríe y cierra los ojos con fuerza para presionarse más contra el cuerpo de Beatrice, fundiéndose en su abrazo.

Beatrice se aparta un poco para mirarla a los ojos. Desde tan cerca Ava puede apreciar los cambios que no habia detectado al principio. Beatrice ya no es una monja. Su cara ha perdido su tinte blanco, ha sido reemplazada por una especie de piel bronceada por el sol, las finas líneas en las comisuras de sus ojos se han acentuado por el color y su cabello... Dios, su cabello le llega justo a la altura de los hombros y está ondulado y revuelto de una forma tan natural posiblemente por el viento, Beatrice no parece la chica perfecta y estructurada con el cabello correctamente recogido que dejo meses atrás. Esta Beatrice luce realmente caliente.