El Bar.

Cap. 9 - Día 6/7 Parte 1

¡Hola! Espero que estén muy bien. Aquí un capítulo más, estoy tratando de ser más constante. Me emociona mucho escribir para ustedes.

Aquí dos cosas importantes:

1. Recomiendo escuchar las canciones cuando aparecen... es decir... las escuchaba mientras escribía, entonces probablemente se entienda todo mucho mejor y las sensaciones las atrapen :)

2. Este es un capítulo bastante más largo que muchos de los que he subido, amare leer sus comentarios o sus reacciones, siempre me motiva saber que les gusta o que piensan.

Nos leemos pronto.

Lamento los errores ortográficos. Escribí esto en la tableta, y no tuve oportunidad de corregir al 100.

Beatrice no es una persona impulsiva, de hecho ella es bastante reservada en todo, no tiende a hablar de más, razona las cosas antes de realizarlas y toma decisiones con forme a las consecuencias que estas puedan provocar.

Beatrice tampoco es espontánea, esta bastante segura que no ha tomado una sola decisión no calculada desde hace ya varios años. Incluso cuando piensa que no las esta calculando, ha calculado "no calcularlo". Ella necesita el control. Necesita tiempo para procesar las cosas. Es disciplinada y firme, más cuando se trata de servir a un bien mayor.

Beatrice no pude decir que sea muy expresiva, sus gestos son bastante basicos y probablemente pueda hacer una lista de ellos contándolos con una mano, incluyendo; media sonrisa, ojos amables, asentimiento con la cabeza, mirada fúrica o tensión en la mandíbula.

Entre las muchas cosas que Beatrice no es, ella reconoce que entre los primeros lugares destaca "ser una novia". Es decir, vamos, ¿de donde pudo haberlo aprendido? ¿de sus padres? su madre con mucho esfuerzo apenas y lograba darle un detalle amable a su padre por navidad y es que era muy consciente de que lo hacia por la cantidad de diplomaticos que asistian a su casa. ¿Del colegio? con la nariz metida en los libros y su falta de socialización no es que se haya permitido explorar esos caminos. ¿El convento? la respuesta se pinta por si sola.

De lo poco que tiene de contexto sobre el tema lo ha aprendido de novelas romanticas situadas bastante años atras y algunas peliculas que se permitio ver con este tipo de tematica. Es ironico para Beatrice, por que Ava se considera poco experta en la vida, y la que no es nada experta, es ella. Quiza a Beatrice no la retuvo una cama y la falta de posibilidades, pero es bastante consciente de sus fantasmas y como ellos pueden anclarte tambien.

Piensa en eso mientras espera a Ava apoyada en el marco de la puerta de la casa club para que esta pueda despedirse con calma de sus nuevas amigas y entonces puedan irse a casa.
Lo normal ahora seria eso, ir a casa, platicar sobre lo ocurrido, entender lo que Ava vivió del otro lado, y llamar a las hermanas para serciorarse de que todo esta bien. Ella tiene muy en cuenta que eso es lo que debió haber hecho desde el día uno en el que Ava cruzo por la puerta, sin embargo no puede negar que esta burbuja, este pequeño espacio en el que no hay demonios, no existen monjas, en el que solo son dos chicas tratando de entender lo que les sucede, se siente bastante bien, lo cual la hace cuestionarse sobre si lo normal es lo correcto o lo espontáneo debería serlo.

Ahí viene lo difícil. Según Beatrice y sus buenas referencias, lo correcto no era haberse dejado llevar por la situación y hacer a Ava suya de la forma en la que lo hizo. << Suya >> Beatrice se voltea los ojos a si misma, Ava tiene razón a veces parece una persona de 70 años. Ahora bien, regresando al tema, entiende por qué hay tanta confusión entre lo que sucede entre ellas, no hay un precedente, todo siempre estuvo flotando en la superficie; miradas, bromas, momentos, pero nunca claridad.

Beatrice se cuestiona nuevamente si quizá dedicar un día a la claridad afectaría demasiado. Le presta atención a Ava y la forma en la que ríe mientras se despide. Es hermosa. Su sonrisa amplia y los ojos brillando. No, por supuesto que no afectará.