El cambio de estación pronto llegó a Moldavia. Las rosas de principios de primavera pintaron la tierra con colores brillantes, y las aguas claras de la nieve derretida fluyeron de una manera perfecta por los ríos. Debido a que el aire era claro, podían verse muchas estrellas brillando en la noche y el sol cálido y suave justo por la mañana.
El café "Nico's Happy Garden" se construyó silenciosamente cuesta abajo, desde la entrada trasera del castillo real, hasta la mitad del pueblo. Y por supuesto, era un secreto a voces que el propio rey se quedaba allí todas las noches sin falta.
"Wof, wof, wof..."
2 perros habían llegado recientemente a vivir con Nico, y parecían completamente metidos en el papel de informarles a los dos de la visita de "su alteza".
El príncipe, en la cama y acurrucado con su padre, se despertó y dijo:
"¡Papi eta! ¡Papá llegó!"
"¿Sí? Gracias por decirme, cariño".
La puerta se abrió de par en par y cuando se dio la vuelta, una gran sombra oscura comenzó a extenderse por completo en el suelo de la recámara, apenas iluminada por un par de velas. Nico sonrió:
"Bienvenido a casa."
Este pequeño y tranquilo café parecía completamente bañado por la brillante luz de la luna. Un sitio lleno del aroma de las rosas, que surgían desde las ventanas, y el olorcito particular a crepas con chocolate.
El hombre extendió los brazos para poder sostener al niño que saltaba, desde la cama, a su pecho, y luego comenzó a levantarlo en lo alto y a llenarle de besos todo el cuerpo. Había una corona en la cabeza de Revan, estaba vestido completamente de negro y tenía una espada bien enfundada en su cintura. Además, siempre llevaba encima ese anillo que encontró en la biblioteca del monasterio la última ocasión."Estoy de vuelta."
Tenía una expresión bastante refrescante en la cara. Casi como si solo entrar en la casa lo hubiera liberado de la tensión de ser un rey.
"La cena está en la mesa."
Había preparado su crepa "kurukuru" favorita y servido una gran copa de vino rosado. Después de todo, nunca cenaba en el castillo. Siempre era muy puntual con sus visitas a comer.
Habían pasado seis meses desde que Revan se convirtió en rey. Aparentemente, los primeros tres fueron duros porque el país iba a ser reconstruido y también, porque durante ese tiempo Nico estuvo recuperándose en el hospital, así que en realidad su tiempo juntos fue bastante reducido. Sin embargo, últimamente cada día era muy divertido. El país se estabilizó, lo invitaron a ir al castillo real para vivir definitivamente, pero lo rechazó y decidió, junto con su pareja, abrir un café en el que pudiera trabajar como lo había hecho siempre. Era como si fuera su propio lugar privado y relajante. Su burbuja.
"Encontré el libro ilustrado que quería para Michalis. El cuento de hadas."
Revan puso un libro ilustrado llamado "El hogar secreto de las flores" sobre la mesa, y le mostró que estaba lleno de un montón de imágenes coloridas.
"No puedo creer que hayas recordado la promesa que hiciste de conseguirlo. Pasó mucho tiempo desde que lo mencionaste."
Dijo que compraría "El mejor libro ilustrado para que Nico le leyera a Michalis durante la noche." Pero, para ser honesto, creyó que ya lo había olvidado. Fue hace mucho...
"Todo el tiempo que paso contigo es un tesoro. Nunca he olvidado nada. Además, para cuando termine de leer ese libro, la guardería de Michalis estará construida en el castillo y podrá ir a jugar y a contarle a todos lo que le pareció ¿Qué tal?"
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Quiero cuidar este hermoso amor. (Traducción Finalizada)
FanfictionNico dirige un café de crepes esponjosos y té de rosas, y cría solo a su pequeño bebé, Michalis, al mismo tiempo. Al reclutar nuevos empleados, Revan, quien resultó herido en una guerra en un país vecino, presentó una solicitud para ser mesero. Sin...