Después de cambiarle los pañales a Michalis y de que Nico comprobara si había ingredientes para las crepas de la cena, empezó a darle a su bebé el resto de la leche. Estaba seguro de que tenía muchísima hambre justo ahora.
"¿Eres una madre soltera?"
Una mirada de desdén.
Palabras groseras.
Cuando asentía con la cabeza ante esa oración, la mayoría de la gente miraban a Nico de un modo ligeramente desdeñoso. Omega, una madre soltera que no se decidió por una pareja, que ni siquiera mostraba un "certificado de cónyuge", y al que se le había hecho fácil tener un hijo.
Pervertido.
Caliente
Descuidado.
Desaliñado.
Lascivo.
Era doloroso que lo vieran así. A veces hasta sentía pena de si mismo.
"No tengo pareja fija, estoy criando a este niño solo."
Cada vez que decía eso, alguien comentaba "Oh, eso es difícil, ¿no?"
"Pobrecito."
Hablaban con amabilidad y compasión, pero nunca sintió que estar con Michalis fuera difícil y nunca pensó que fuera un problema real. Lejos de ser lamentable, estaba feliz. Para ser honesto, no reparó seriamente en ello hasta que se convirtió en uno más de los Omega. Es decir, alguien que podía estar en posición de ser tratado con desprecio y lástima y que lograba ser fácilmente etiquetado por los demás.
Cada vez que alguien lo mencionaba, sentía que se había vuelto muy sucio y miserable, y Nico entonces quería convertirse en un fósil de inmediato. Endurecido como la piedra, sin escuchar nada, sin sentir nada. No quería ser lastimado así que hacía un esfuerzo por convertirse en una roca. Pero no sintió algo similar con Revan. No respondía. Tal vez fuera porque no estaba interesado en cosas como esta, pero todo su cuerpo estaba... Muy relajado. Como envuelto en una calma de una mañana clara. El aire era ligero a su alrededor y se sentía un poco confortable. Y eso le hacía sentir feliz, orgulloso de haberlo contratado.Después de todo, quería que la persona con la que vivía y trabajaba fuera alguien que le hiciera sentir bien. Solo eso.
"Pa, pa ¡Co!"
Después de beber mucha leche, Michalis infló sus mejillas y sonrió.
"¿Está rico? Que bueno".
Niko dejó el biberón, puso sus manos debajo de los costados de Michalis y las envolvió alrededor de su espalda, acariciando suavemente su cabello esponjoso y bonito.
Su bebé olía muchísimo a leche dulce. Al principio, se sentía incómodo con esto y tenía miedo de cargarlo. Ahora, solo inhalar este aroma hacía que sintiera ganas de llorar.
"Ni-kyu…"
Una pequeña mano tocó su mejilla y el cuello de Nico, como pidiendo que se acercara más.
Le gustaba mucho la sensación de este momento. De tenerlo y saber que era suyo. Sentirse necesitado por él y necesitarlo tanto. El niño que más amaba, su precioso Michalis. El bebito con quien quería estar sin importar nada.
Así que decidió vivir como un Omega.
Betas como Nico, que se hacían llamar Omega, eran severamente castigados porque era tomado como un delito grave en cualquier población. Era un crimen tan terrible como el derrocamiento de estado, el asesinato y el incendio provocado. Era así en este país y en los países vecinos. Estaba preparado para pagar por esto, no importaba. Mientras este niño pudiera criarse bien, crecer y vivir, lo que le hicieran era insignificante y estúpido.
"Te amo, Michalis, te amo muchísimo".
Nico levantó a Michalis y agarró su pequeña mano y sus dedos diminutos utilizando los suyos. Besó sus mejillas regordetas con un amor que parecía desbordarse de su pecho y luego lo acunó contra su vientre y le dijo que intentara dormir.
Esta forma de vida, le pertenecía. Ese bebito era su bebito y su corazón era el suyo también. No era un Omega, pero nunca se arrepintió de eso. Nunca se arrepintió de ser su papá.
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Quiero cuidar este hermoso amor. (Traducción Finalizada)
FanficNico dirige un café de crepes esponjosos y té de rosas, y cría solo a su pequeño bebé, Michalis, al mismo tiempo. Al reclutar nuevos empleados, Revan, quien resultó herido en una guerra en un país vecino, presentó una solicitud para ser mesero. Sin...