6-Perderas la cabeza

806 89 4
                                    

—Me gusto esa sensación...

Murmuró Heartlyn para si misma, era increíble como unos años sin ver a Harry lo habían vuelto el individuo más sexi del mundo. No importaba cuánto se lo negara a si misma, el estaba muy a su nivel. La diosa dio un sorbo a su ponche, de verdad que el pirata estaba delicioso.

Harry noto que la de ojos violeta lo estaba mirando y le guiñó un ojo.

Por su parte el pirata regresó su mirada a Audrey, la veía mover los labios pero definitivamente no le estaba prestando ni la más mínima atención, no negaba que la princesa era hermosa, pero simplemente no era Heartlyn. Al menos para el, no había nada que se comparara a la odiosa diosa.

—Bailemos. — le dijo a la chica frente a él para que así se callara. No es que fuera tan mala compañía, solo que su necesidad de ser el centro de atención lo aburría bastante.

Cuando termino la canción la Diosa no estaba donde la dejo. Busco por todo el lugar con su mirada y no la vio, sin embargo Jay estaba rodeado de otras chicas lo que significaba que ella no estaba tan lejos.

— Que raro no estás con tu molesta hermana. — le dijo a Mal, la futura reina sonrió. Quizás no era tan bueno disimulando.

— ya se fue.

Poco tiempo después la fiesta terminó, Harry regreso a su dormitorio junto a Gil. Y aunque su compañero cayó dormido como un tronco a los dos segundos el simplemente no podía dormir. Sabía bien que esto iba a pasar en el momento que esa endemoniada mujer posara sus ojos en el.

Volvería a usar sus poderes en el, estando en Auradon. Era más fuerte y por eso tenía a todos esos niños perfectos embobados con ella.

Salió de la cama. Daría una vuelta.

¿Como era posible? El la conocía, sabía cada uno de sus trucos y no solo caía en ellos sino que iba y la besaba, eso era firmar su sentencia de muerte.

Camino por las calles medió desoladas y en el parque donde había estado con Heartlyn unos días atrás algo le llamó la atención, una cabellera roja que era inconfundible. Estaba frente al árbol del polvillo. Al acercarse noto que además de estar descalza, tenía una pijama de satin roja bastante corta.

— Esas no son las fachas con las que debería de andar una Diosa. — aunque el se acercó lentamente. Ella no se asustó.

— Te cortare la cabeza y ni siquiera te darás cuenta.

— Quisiera ver eso.

— Lo sentirás. — contestó girando su rostro para verlo a los ojos con una sonrisa arrogante. Esos malditos labios rojos lo insultaban a volver a besarla.

— Quita tu hechizo. — Heartlyn quedó confundida antes esas palabras. — tu embrujo, libérame.

— ¿Que diablos crees que soy? Soy una diosa, no una bruja. Imbecil.

— ¡Tu cosa qué haces! Desde ese día no sales de mi mente, libérame ya. — Harry alzo un poco la voz lo que hizo que la chica frunciera el ceño.

— No es mi culpa que estes obsesionado conmigo desde que somos Niños. No te culpo, soy perfecta.

Heartlyn sonrió y Harry apretó la mandíbula. Lo estaba irritando, tenía ganas de golpear algo, golpearse a si mismo. Nunca imagino que ella se atreviera a usar sus poderes en el, a jugar tan sucio.

— Oh, corazón.—Harry empezó a acercarse peligrosamente a ella, la diosa casi retrocede pero no lo hizo. El pirata la tomó de uno de sus brazo. — Te dije que dejes esta porquería.

Heartlyn sonrió mientras Harry sintió el calor en su mano hasta que tuvo que soltarla, claro, todos sus poderes se habían intensificado desde que estaba allí.

— No vuelvas a tocarme o perderás la cabeza.

La rabia crecía en el pirata, solo ella podía irritarlo de esa forma, sus amenazas que el sabía bien que ella sería capaz de cumplir, pero esa sonrisita cínica lo sacaba de sus cabales más que cualquier cosa. Claro que el podía jugar el mismo juego.

La besó. Simple y llano. Al principio la Diosa se opuso pero rápidamente lo aceptó, no solo correspondía aquel beso que con cada segundo iba subiendo de intensidad, sino que acariciaba los lechos negros de Harry. Jugaba con su lengua y en el momento en que el metió la mano por debajo de su blusa para acariciar su espalda sintió como le ponía la piel de gallina.

Eso definitivamente subía su ego, no conocía a nadie que le había causado eso a una Diosa.

Ya no se besaban, pero aún seguían muy cerca. Tan cerca que sentían la respiración del otro en sus rostros.

Harry dio un corto beso en sus labios y Heartlyn vio su sonrisa. Definitivamente le cortaría la cabeza.

Instagram: _Deyanirap
Twitter: _Deyanirap

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 17, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Diosa de corazones - Harry HookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora