La mierda de ser adolescente

7. "Respeta a los mayores"

Claro que entiendo el concepto de si quieres respeto pues respeta.

Pero el problema no es no respetar, sino, que nos IMPONEN respetar a personas que son mayores que nosotros por el simple echo de que ellos nos sacan ciertos años de diferencia.

Muchas veces somos los "irrespetuosos" nosotros por el echo de hacernos respetar frente alguien mayor.

No, no es faltar el respeto, es que aunque seas mayor que yo no te da el derecho de tratarme como el culo y aún así quieras que sea YO la que respete.

Si quieres respeto, entonces dame un ejemplo a seguir.

Salgo del coche y hay más de una señora vieja juzgandonos con la mirada y cuchicheando.

–¿Por qué hemos venido?– pregunto mirando mal a esas viejas chismosas.

–Lo mismo me pregunto– dice mi padre junto a mi.

–Dejar de quejaros, siempre lo mismo, de verdad. Hace mucho que no venimos–

–Nunca hemos venido– dice mi padre.

Nos acercamos a la residencia de mi abuelo y el vigilante nos deja pasar.

Hay muchas flores bonitas, como girasoles, por todos lados, junto a bancos, árboles y enredaderas por los asientos.

De noche seguro da miedo pero ahora se ve bonito.

Entramos en el edificio y nos detenemos frente a la recepcionista que nos pregunta a quién vamos a visitar y nos pone una pegatina a en el pecho.

Subimos a la tercera planta y vamos a la habitación 3D.

Mi madre toca la puerta y una voz responde que podemos pasar.

–Hola papá– dice mi padre cerrando la puerta detrás nuestro.

–No, no, abre, que aquí ni me dejan abrir la ventana, no vaya a ser y me vuele por ella– dice a la puerta ahora abierta.

–Hola, abu– digo yo acercándome para darle un abrazo.

–Alaaa– dice echándome un vistazo completo –. Has pegado el estirón, eh–

Sonrío y asiento.

–Cheryl, nosotros estaremos con el abuelo, sal a dar una vuelta si quieres– dice mi madre –, toma– dice a continuación dándome un billete de 10€.

Mi padre se sienta en un sillón y mi madre junto a él, frente al abuelo.

Me despido con la mano de todos ellos y salgo al pasillo.

Parece un día de visita en la cárcel porque por todas las habitaciones que paso hay familiares con los pobres ansianos que han dejado aquí.

Bajo las escaleras hasta llegar a recepción y ahí entro a una sala.

Hay algunos abuelos jugando al Pin Pon, a las cartas, al ajedrez o al parqués.

Paso por ellos, atravesando la sala y llegando a la cafetería.

–Hola– digo pero no hay nadie dentro así que me asomo más –¿Hola?–

–El chico ha salido a fumar– oigo decir detrás mío a un abuelo y entonces me giro hacia él.

–Oh, vale, gracias–

El abuelo sonríe y yo le devuelvo la sonrisa mientras salgo de ahí.

En el patio hay menos personas, sólo algunas abuelas y ya.

Piso el césped y es una especie de batseñal para que las abuelas del otro lado del patio me miren y vengan hacia mí.

Empiezo a caminar hacia otra dirección que no sea la suya y me siento en un banco mientras empieza a sonar Taylor Swift a través de los cascos.

It's me

Hi

I'm the problem, it's me

Me siento sobre el césped y me fijo en el cielo.

Hay algunas nubes grises que me hacen pensar que puede que pronto llueva, cierro los ojos por un segundo y entonces siento que algo me toca la pierna.

Me fijo en las cinco abuelas que hay en frente mío, me incorporo mejor y hago el intento de alzar una ceja.

–¿Si?–

–¿Acaso no te das cuenta que matas el césped con esa plataforma?– dice una.

–¿Disculpe?–

–¿Y cómo puedes venir así a un lugar como este?¿Es que acaso no tienes vergüenza?–

Me levanto y sacudo el vestido.

–¿Y ustedes no tienen nada más que hacer?–

–Uy, ¿Es que no tienes modales?–

–No para las personas que no los tienen conmigo–

Mientras ellas fruncen el ceño soy yo las que empieza a irse de ahí.

Sí, tengo modales, pero desde pequeña me han enseñado que sí quieres respeto respeta y ellas no me habían respetado, ¿Por qué iba a respetarlas?

Las personas mayores están sobrevaloradas con el "hay que respetarlos porque son mayores que tú".

***

La visita había terminado y yo y mis padres ya habíamos llegado a casa.

De echo ya habíamos llegado a casa y en teoría debería haberme quedado dormida hace rato.

Pero no puedo dejar de leer Antes de diciembre, mira que no me gustan los capítulos largos, PERO ESTOS, por estos se rezan.

Oigo pasos bajar las escaleras así que apago el móvil y lo pongo con rapidez debajo de la almohada antes que mi madre entre en la habitación.