Sentimientos

2.9K 184 104
                                    


Una vez que llegaron al edificio, Hachi decidió ir directo a su habitación, solo quería dormir y que cuando despertara, la traición de Shouji solo hubiera sido una pesadilla más.
Ni siquiera tenía ánimo de maldecir al rey demonio por haber hecho real a Sachiko.
Se recostó en su cama para posteriormente dormirse profundamente.
——
Se despertó debido al frío, notó que la cobija estaba hacia un lado, justo a su izquierda donde Nana estaba dormida.

"¿En qué momento llegó?"

- Me acosté después de ti - dijo Nana al notar que Hachi la miraba atónita

Hachi no podía creer lo cercanas que se habían vuelto, Nana había intentado protegerla y ahora hacia a su lado para consolarla.
- Perdón por no haberme preocupado por ti, me siento muy triste - Comenzó a sollozar, sin embargo, estando con Nana, el dolor era más llevadero, incluso podría decir que estaba feliz de tenerla a su lado. -¿Puedo...?

Nana asintió y aún recostadas rodeó a Hachi con sus brazos, quedando Hachi protegida su cabeza en el cuello de Nana, su brazo tatuado quedaba a nivel de sus ojos. Nana comenzó a tararear una canción.

Permanecieron así un largo rato, sintiendo la calidez de la otra, disfrutando de su compañía, solo se necesitaban a ellas para ser felices. Incluso Nana notó que este sentimiento no se había manifestado antes, ni siquiera con Ren, el hombre que ella tanto amó. Debía protegerla, nadie iba a volver a lastimarla mientras ella estuviera ahí. Es como si estuviera enamorada. Comenzó a ponerse nerviosa, generándole una ligera taquicardia.

Recordó cuando le dijo a Hachi que no se sentía atraída por las chicas, entonces por qué ahora se sentía de esta manera.
Bajo su mirada hacia Hachi, ella miraba fijamente su tatuaje, como si tratara de memorizar cada uno de sus detalles.

- Tu tatuaje, ¿te lo hiciste por amor?

Nana sabía que el día llegaría y no podía seguirle escondiendo la verdad. Alzo la mirada y comenzó a relatar.
- Mi primer amor vivía en mi pueblo natal, lo conocí gracias a Yasu, después de un año de salir, él decidió marcharse a Tokyo, nunca terminamos formalmente, pero no volvimos a comunicarnos de ninguna manera, creí que nunca me recuperaría, me propuse firmemente que lo superaría, que sería mejor que él.

Hachi escuchaba atentamente mientras se acurrucaba aún más en el abrazo de su amiga, apreciaba mucho que se estuviera sincerando con ella.
- Oye Nana, me siento muy feliz que me hables de ti y tus sentimientos, la verdad no sé qué hubiera hecho si no te tuviera a mi lado. Me avergüenza un poco decirlo, no me malinterpretes, muchas veces he pensado que si fueras mi novio seríamos felices siempre.

Este último comentario tomo a Nana por sorpresa. Al parecer ambas tenían el mismo sentimiento. Aunque era algo bastante confuso y no sabía muy bien cómo proceder.
Se separó un poco para poder mirarla. Hachi alzó su cabeza y se miraron fijamente unos segundos.
Hachi comenzó a sentir como el calor se extendía por sus mejillas. Pensaba que Nana era muy hermosa, pero lo era aún mas teniéndola tan cerca.

Por su parte, Nana al tener a Hachi tan de cerca, pudo observar que tenía sus ojos bastante inflamados por haber llorado, así como sus mejillas ruborizadas, lo cual le pareció tierno.

Sin tener control de sus acciones, comenzó a acercarse a ella, cerró sus ojos y al sentir su respiración cerca se detuvo dudando un momento. "¿En que estás pensando?", se preguntó a si misma; aunque ya la había besado antes, no se sentía de esa manera en ese entonces. ¿O tal vez si? No estaba segura.

Hachi al ver que su amiga se acercaba hacia ella como aquella vez comenzó a ponerse nerviosa, sin embargo, había sido una sensación muy agradable. Cerró sus ojos y se preparó para recibir el gesto. Notó que se había detenido, pero ella no podía detenerse ahora, necesitaba sentirla. Cerró los escasos centímetros que las separaban y consolidaron sus sentimientos con un beso.

El corazón de Nana se aceleró ante el repentino contacto, había besado a muchas chicas en el pasado, pero ninguna la había hecho sentir así, por lo cual se dejó llevar.
Unieron sus labios varias veces mediante delicados toques. Ambas pensaron que era algo totalmente distinto a besar a un chico. Todo era tan suave y delicado que les agradaba.

Nana acercó su mano derecha, que sostenía a Hachi, hacia su rostro y acarició su mejilla con el dorso de sus dedos, aún sin separarse. Nana pensó que la piel de Hachi era bastante suave, debía ser por tanto cuidado personal que tenía.
Hachi rodeó con sus brazos el cuello de Nana, haciendo una ligera presión que la invitaba a acercar más su cuerpo. Nana reconoció el estímulo, cambió de mano para continuar acariciando el rostro de su ahora amada, mientras que la otra la situó sobre su cintura, acercándola hacia ella; además metió su pierna derecha entre las piernas de Hachi, la cual comenzó a sentir un calor extenderse por su cuerpo.

Ambas se sentían bastante confundidas por lo que estaba sucediendo, pero la sensación era tan agradable que ninguna quiso detenerse.
Nana se separó un poco solo para decir:
- Quiero mantenerte siempre conmigo, yo te protegeré.
Hachi sintió su corazón acelerarse, tomó entre sus manos la cara de Nana y le plantó torpemente un beso, se sentía sumamente feliz. Comenzó a abrir su boca para poder introducir su lengua y entrelazarla con la de su amada. Nana poseía un rastro de aroma a tabaco con cereza.

La situación continuó subiendo de tono, Nana recorrió con su mano libre la espalda de Hachi, al llegar a su cadera se dispuso a sentir sus curvas por los laterales con ambas manos. Hachi soltó un ligero suspiro al contacto.
Nana también comenzó a excitarse ante la situación.
Hachi torpemente siguió los pasos de su compañera, comenzó a bajar sus manos, acariciando su cuello, pasando por el lateral de su torso, y al llegar a la cadera, aunque en su interior moría de vergüenza, quería sentirla, así que posó sus manos en sus glúteos y los apretó suavemente. A Nana le gustaba la sensación por lo que introdujo aún más su pierna entrelazada, la cual se humedeció ante el contacto con la zona. Esto la hizo sonreír y se dirigió hacia sus piernas para acariciarlas desde afuera hacia el interior, provocándola, sin llegar.

"¿Nana ya habría estado con otras chicas antes?" Se preguntaba Hachi, ya que su amada conducía sus caricias de manera experta.
- Eres la primera y única.
También se preguntaba si era alguna clase de menta lista, o sólo era muy predecible.
- Repentinamente te quedas seria, es cuando me doy cuenta que te estás haciendo preguntas. Cambiemos de posición.
Hachi quedó recostada sobre la cama, boca arriba, con Nana sobre ella, inclinada sobre sus rodillas a nivel de su cintura, podía admirarla aún mejor. Aunque era bastante delgada, no necesitaba algún atributo extra para que su cuerpo estuviera a juego con su hermoso rostro.

Con prisa, Nana levantó la blusa de Hachi para sacársela, y tiró de su falda hacia abajo para posteriormente echarla al suelo. Dejando ver un coordinado de encaje color durazno.
Hachi se sintió nerviosa, ella había visto a Nana desnuda un par de veces, pero ella nunca la había visto así. Tal vez no le gustaba lo que veía.
- Debes dejar de ser tan insegura, te elegí porque eras el cachorro más lindo de la tienda. Me gusta lo que veo. Solo déjate llevar.

Armándose de valor, se sentó en la cama, quedando Nana aún sobre ella, tomó con decisión de su playera para sacársela por arriba. Acto seguido, con sumo cuidado recostó a Nana para sacarle la falda, quedándose solo con un choker en su cuello, un coordinado violeta y sus medias entretejidas.
Hachi la tomó por el choker, levantándola para acercarla y besarla. Sus labios eran una sensación muy placentera. Mientras que a Nana le encantaba que la tomaran por el cuello.
- Qué intrépida te volviste con un comentario, Hachi, solo recuerda que mis besos son caros - sonrió Nana con un toque de deseo en su voz y mirándola seductoramente.
- Oye, Nana... Te amo
Nana sonrió, sabía que Hachi era una romántica empedernida, y en ese momento no podía decir que ella sintiera lo contrario. Ella era bastante impulsiva también. La rodeó con sus brazos y se dejó caer sobre la cama, haciendo que Hachi perdiera el equilibrio y quedara recostada sobre ella.
- Por hoy hemos tenido suficiente, no quisiera que pensaras que me aprovecho de tu vulnerabilidad.
Se acomodaron para quedar paralelas y poder abrazarse acostadas. Nana besó la mejilla de Hachi antes de que esta fingiera estar dormida, con ese torbellino de sensaciones y sentimientos le costaría conciliar el sueño.

:.:.:.:.:

Nota de la autora: Es mi primera vez escribiendo un fic, espero les guste. Por favor háganme saber que les pareció.

Destino (Nana x Hachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora