Destino (Nana x Hachi)

Viaje

- Pero aún no me dices a donde vamos.

Las chicas se encontraban en el tren rumbo al aeropuerto.

- Haces demasiadas preguntas. Valdrá la pena, lo prometo.

Horas antes, Yasu le preguntó a Nana quién estaba detrás de su audición.
Nana se encontró sin coartada por lo que tuvo que confesarle la verdad.

- La persona que me conectó con Mana... - tomó aire - fue Layla.
- No sabía que eran cercanas.
- No lo somos, por alguna razón hubo un tiempo en que nos la encontrábamos con regularidad en Ginza, al inicio intentó seducir a Hachi, pero ahora está encaprichada conmigo.

Yasu escuchaba con atención. Nana continuó:

- Un día, dudo que a petición de Layla, Mana me solicitó para una audición sola, la hice y además, le pedí que escuchara a la banda en conjunto. Pasó el tiempo y no había progreso y Layla me acosaba cada vez más, por lo que tuve que ceder a sus caprichos con tal de lograr debutar - suspiró - porque si lo hago, le podré comprar su casa con jardín a Hachiko.

Su amigo se sorprendió al escuchar esto último. Cuánto había cambiado su amiga que la importancia de su debut ahora radicaba en la felicidad de esa chica.

- Sé que tal vez no está siendo lo más adecuado. Esto es un medio tan difícil. Solo lo hago por ella.
- Vaya, creo que todos sospechamos lo que hiciste para que tuviéramos una audición con Mana - Yasu intentó contener la risa - pero nunca creí que te estuvieras acostando con mi ex novia. Eso es nuevo pero por alguna razón no me sorprende.

Yasu apagó su cigarrillo en un cenicero de cerámica en forma de corazón que había adquirido Hachi.

- ¿Qué harás cuando se entere?

Nana sudó frío al pensar aquello. No era algo que se hubiera preguntado, esperaba que no sucedería pero al tenerlas a ambas juntas era una gran probabilidad que se enterara.

- No lo hará.

Hachi se sorprendió cuando llegaron al aeropuerto. Nana la dirigió a la sala que les correspondía e hizo que se sentara mientras ella se acercaba al mostrador.

- La señorita Serizawa reservó dos pases de abordaje hacia Nueva York.
- ¿A nombre de quién? - preguntó la empleada amablemente.
- Osaki Nana y Komatsu Nana.
- Adelante, llegaron justo a tiempo, esta por despegar.

Nana tomó a Hachi de la mano y corrieron hacia la puerta pasando por un túnel que las dirigió al interior del avión.

———

Cuando arribaron a Nueva York, Hachi quedó totalmente asombrada. Por seguridad, Layla reservó una habitación para las chicas en un hotel distinto al suyo. Hachi se sintió bastante cansada y el cambio de horario la descompensó, por lo que pidió descanso.

- Es una cuestión de trabajo, a ratos tendré que dejarte sola. Pasarán por mí en unos minutos, pero en cuanto vuelva iremos de compras.

La chica del cabello cobrizo adormilada asintió y sonrió.

- Gracias por considerarme siempre en tus planes, aún en los de trabajo.

Nana le sonrió, se encontraba por salir de la habitación cuando escuchó que su amada continuaba hablándole.

- Nana, te amo.

Se regresó solo para besarla. Probó sus labios con delicadeza y disfrutó de cada roce. Debía admitir que también se sentía agotada, deseaba quedarse en la cama con Hachi y no tener que ir a complacer a la princesa.
Salió de la habitación y posteriormente del hotel. Todo le parecía atractivo y nuevo. Encontró a un hombre rubio y delgado de mediana edad vestido de traje azul marino con un cartel que tenía el apellido de la chica escrito en japonés. Subió al taxi que se dirigió a un hotel en el centro de la ciudad. El suyo se encontraba a las afueras, por lo que tardó aproximadamente una hora en llegar.