Destino (Nana x Hachi)

Enamoramiento

Hachi despertó y pudo notar que aún se encontraban en la habitación del hotel donde se realizó el evento la noche anterior. Estaba recostada en el sillón de la salita y Nana yacía dormida a su lado. Sobre la mesa se encontraban múltiples recipientes de distintos materiales que alguna vez contuvieron alcohol, un cenicero desbordado de ceniza y colillas y un montón de cartas de póker regadas por aquí y allá. Al levantarse sintió una punzada de dolor en su cabeza, tenía resaca. Layla estaba sentada y dormida en el sillón de enfrente, Ruki estaba sentado en el suelo y recostado en las piernas de la chica. Ambos estaban batidos de maquillaje sobre sus labios. Parecía que habían pasado la noche juntos. Nobu dormía en el suelo y Shin recostado en el hombro de Nana, éste tenía una colilla de cigarrillo en la mano. Hachi solo pudo pensar en lo peligroso que pudo haber sido quedarse dormido de esa manera. Otros cuatro chicos con la misma pinta de Ruki yacían tirados por el resto de la sala.

Se dirigió al baño en busca de algún botiquín donde pudiera encontrar analgésico. Abrió la puerta y se encontró con alguien estaba tomando una ducha, por lo que cerró inmediatamente. Cambió su rumbo a la cocina, donde tomó un vaso y se sirvió agua. Bebió todo su contenido y se sirvió un poco más. A los pocos minutos una voz la llamó.

- Disculpa, no pensé que alguien estuviera despierto a esta hora, por eso no puse el seguro, fui un poco descuidado.

Hachi volteó hacia Yasu avergonzada. Ya se encontraba vestido y perfumado.

- ¿Bebí demasiado?.- La chica sirvió un segundo vaso de agua y lo ofreció a Yasu mientras hablaba.

- Yo creo que fuiste la segunda más sobria después de mí. Estos chicos no tienen control y ni hablar de nuestros amigos. Quedé un poco sorprendido con las interacciones de algunos... ¿No recuerdas nada?

La chica hizo memoria, recordaba todo. Había sido una noche de juegos y excesos, bastante conveniente para algunos. Ruki había invitado a los otros chicos que conformaban su banda, Nana había llamado a Blast. La convivencia había sido amena, todos los invitados llegaron con un montón de alcohol, cigarrillos y algunas sustancias. Ella solo había bebido y Nana igual, además de fumar. Parecía que en general ambas bandas se habían acoplado bien, Yasu se había llevado bien con un chico teñido de rubio llamado Reita que usaba un pañuelo sobre su nariz. Hachi y Nana hablaron con un chico llamado Kai, que confesó ser fan de Nana desde que iniciaba en su pueblo natal. En general compartieron plática entre todos. Ruki estaba prendado totalmente de Layla, no soltaba su mano y la miraba como si viera a una diosa. Cuando Yasu llegó y notó esto no pudo evitar pensar que hacían buena pareja, era justo la clase de chicos que le gustaban.

- Ese chico... Ruki. Parece estar obsesionado con Layla.- comentó Yasu.

- Ha ido detrás de ella todo el rato. Me pregunto si se le habrá declarado.

- No dudaría que le correspondiera. Ella es muy transparente cuando se enamora, aunque una vez que lo hace, es para siempre.

Hachi preguntó un poco avergonzada pero a la vez intrigada.

- Entonces, ¿crees que aún sigue enamorada de Nana?

- Tranquila, lo dudo.- Dijo bebiendo un poco de agua.- A veces es caprichosa. Puede que no haya sido como tal ella, si no lo que sintió.

Esto último no hizo sentir mejor a Hachi.

- No me malinterpretes. A lo que me refiero es que supongo que creyó estar enamorada de ella. Pero la manera en como se comporta con este chico, es totalmente distinta. Conmigo le sucedía algo parecido a con Nana. Sus sentimientos no eran precisamente amor, pero tampoco estaba jugando con nosotros.

La chica recordó lo que Layla les había confesado ese día sobre su deseo de ser su amiga.

Nobu apareció en la cocina, bostezó y se acercó a Hachi.