Soledad

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A pesar de haber conseguido una casa de dos pisos en una residencia privada, no hubo manera de acondicionarla adecuadamente, consiguiendo únicamente lo más indispensable: una cama amplia, refrigerador, una mesa con sillas, algunos utensilios de cocina, un sofá y una cuna.

La casa tenía un amplio jardín, en el cual crecía únicamente pasto. La fachada, si bien no era nueva, tampoco tenía un estilo anticuado. Tenía amplias ventanas en cada espaciosa habitación.

Mientras Nana y Yasu cargaban los pocos muebles, pensó que a Hachi le encantaría vivir en esa casa y deseó adquirir una en el mismo vecindario.

"Pronto, Hachi, prometí que te haría feliz". Pensó Nana.

- A pesar de que llega a ser caprichosa, creo que estará bien con esto por ahora, después podrá ir adquiriendo más cosas. Tampoco me gustaría llamar la atención comprando muebles lujosos.- dijo Yasu.

Nana seguía perdida en sus pensamientos. Se vio a sí misma viviendo ahí con Hachi, la cual esperaba su primer bebé.

Sintió envidia por un momento de Layla y Ruki que, a pesar de todo, tendrían una segunda oportunidad y un hermoso futuro por delante.

Yasu sacó un par de cervezas que previamente había guardado en el refrigerador.

- Hay que aprovechar que no está la princesa.- dijo Nana mientras destapaba su bebida.

———

Pasado el medio día llegaron Layla y Hachi. Habían tomado el tren y se sentían un poco cansadas.

Llamaron al interfón colocado en la barda que rodeaba la casa. Yasu les permitió el acceso.

Al ingresar al jardín, Hachi se emocionó de poder pasar tiempo allí y por un momento, se visualizó viviendo en esa casa, plantando flores con Nana, sentadas en el jardín, viendo crecer a sus hijos, recibiéndola con la cena lista después de sus presentaciones.

Al entrar, Nana no reconoció a Layla por los cambios en su cabello, el cual traía recogido en una coleta.

- Luces más madura ahora, - dijo Yasu.- te sienta bien para tu nueva etapa.

Layla se conmovió al ver la casa y a sus amigos y soltó algunas lágrimas. Se acercó a Yasu y este la rodeó con sus brazos.

- Tranquila, estarás bien.- afirmó Yasu.

- Chicas, nos permitirían unos momentos.- pidió Layla.

Las chicas se miraron, asintieron y subieron al segundo piso.

Había tres habitaciones, en una estaba la cama, en otra la cuna y la última estaba vacía.

Entraron en la habitación de la cama y Nana cerró la puerta detrás de ella.

- ¿Quieres estrenar la cama?- dijo Nana traviesa.

- Qué mala eres, es un momento difícil para todos.- replicó Hachi.- Después te lo compensaré.

Hachi tomó la mano de Nana y la dirigió para sentarse en la cama. Miró a la chica directo a sus ojos, a pesar de no traer maquillaje, eran rodeados por unas largas pestañas.

- Aún recuerdo la primera vez que te vi. Estabas dormida y aún así lucías hermosa. Creía que tal vez estabas usando pestañas postizas. Que tu maquillaje te sentaba perfecto. Aunque estaba enfocada en Shouji, hubiera dejado todo por seguirte. Me alegra que el destino nos haya vuelto a juntar y ahora serás mi esposa.- Nana sonreía tímidamente mientras escuchaba a Hachi, la cual hizo una pequeña pausa .- Al llegar aquí, me imaginé en el lugar de Layla y, sé que ahora no es el momento pero, espero que podamos tener una vida como esta algún día.

Destino (Nana x Hachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora