Oportunidad

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Después de esa noche, las chicas vivieron días llenos de romance. Parecían una pareja recién casada.

Dormían juntas, se alternaban para preparar el desayuno y la comida, Nana había logrado progresar en la preparación de alimentos, ahora les faltaba sal pero era preferible; cada quien iba a su respectivo empleo, Hachi se concentró más en sus labores, le motivaba mucho que se habían propuesto comprar una casa, después de cenar, se bañaban juntas y a la hora de acostarse, el amor se hacía presente.

Respecto a su trayectoria musical, se encontraban en espera de batallas de bandas o presentaciones en bares, aún no habían conseguido algo concreto, pero los ensayos se realizaban en el estudio regularmente. Aún mantenían en secreto su relación, pero todos podían darse cuenta de ello. Además de que Shin las encontró besándose en el pasillo que conducía al baño.
Ya casi no veían a sus amigos, pasaban todo el tiempo juntas en su departamento.

Una mañana, después de desayunar, Hachi estaba maquillando a Nana, esta vez le tocó un trabajo de un día en el que tenía que repartir volantes de una cafetería, le pedían un maquillaje del cual Nana se expresó como femenino.

Hachi tomó una sombra caoba con la que definió la cuenca de su ojo, extendió por todo el párpado sombra color beige y un poco de sombra aperlada que depositó en el lagrimal. Pintó sus pestañas como siempre pero no las cargó tanto de la parte inferior.
Aplicó una ligera cantidad de rubor sobre sus pómulos, casi debajo del canto lateral de sus ojos.
No quería quitar su esencia, así que le aplicó su característico labial rojo.
Su cabello era muy corto para hacerle peinados, Hachi le onduló un poco el cabello y le recogió un mechón del lado izquierdo con un pasador con brillos.

Nana se analizó en el espejo. Hizo una cara de desagrado.

- Parezco una impostora. Solo a ti te quedan bien este tipo de cosas.

Hachi estaba fascinada con el resultado. Se veía hermosa. Aunque lo suyo era el maquillaje cargado, cualquier cosa le quedaba bien.
No podía dejar de mirarla. Nana volteó a verla, ya que no era normal que estuviera callada. Pudo ver la admiración en sus ojos, lo cual la hizo voltearse y ruborizarse.

- No me mires así...

Hachi salió de su trance y se preocupó por haberla incomodado.

- Disculpa, no fue mi intención hacerte sentir incómoda.
- No es eso. Te veías muy linda con esa cara - Rió Nana, le pellizcó una mejilla y le puso un beso en el mismo lugar.
- ¡Te vas a despintar!- Hachi tomó rápido el labial y repasó los labios de su amada.
Nana a forma de juego le dejó marcas de besos por sus mejillas. Después tomó el labial y se lo retocó ella misma.

- Ahora la cuestión es que no tengo ropa del estilo.
Hachi tenía preparado un vestido. Se lo tendió con las manos. Nana se lo probó.

Era un vestido casual, de color lila con cintura alta. Era de una tela bastante ligera, eso lo hacía muy cómodo, pero lo suficientemente sólido para no transparentarse. Tenía mangas tipo farol, le llegaban arriba de los codos.
Ya que Nana era más alta que Hachi le quedaba un poco corto el vestido, pero estaba acostumbrada a faldas muy cortas. Decidió usar sus Rocking Horse Ballerina.

Hachi nuevamente estaba impresionada con lo que estaba ante sus ojos. Nana era el significado de hermosa.
Se acercó tímidamente y la besó en la mejilla, acto seguido la rodeó por el cuello con sus brazos. Nana colocó sus manos en las caderas de la chica. Se dieron un corto beso. Nana debía irse más temprano esta vez, abrió la puerta y se despidió.

Hachi se quedó ensimismada hasta que sonó su celular. Al contestar se dio cuenta que era Junko, hace mucho que no la veía, ni siquiera la había contactado.

Destino (Nana x Hachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora