Hogar

225 23 12
                                    

Esta pregunta tomó por sorpresa a Hachi.

- Pero si este también es tu hogar.

Nana entró lentamente aún con la cabeza agachada, no quería que viera las lágrimas que comenzaban a fluir de sus ojos. Se quedó parada después de que cerró la puerta. Los demás la animaron a pasar. Pudo notar que a pesar de todo, Hachi había mantenido todo en perfecto estado. Le llamó la atención el par de vasos que se encontraban sobre la mesa.

- ¿Tuviste visitas, Hachi? - preguntó Shin de manera animada.

Hachi se ruborizó e inmediatamente los quitó de la mesa. Los colocó en la tarja de trastes.

- Es que no esperaba que vinieran. Ni siquiera tengo comida, iré a comprar algo de inmediato. ¿Qué quieren que les prepare? ¿Lo que sea está bien? Ahora vuelvo. - Hachi salió corriendo por la puerta.

- Acompáñala, no podrá cargar todo. Trae cerveza y cigarrillos también. - Yasu le tendió algunos billetes a Nana.

Hachi caminaba cerca del río cuando notó que alguien la seguía. Era algo tarde por lo que volteó a la defensiva. Al darse cuenta su inquietud pasó a nerviosismo. ¿Qué debía decir?

- Gracias por acompañarme... - Continuó caminando.

Nana la siguió en silencio hasta la tienda de conveniencia. Ahí compraron comida ya preparada, bebidas y cajetillas de tabaco. Su única interacción fue cuando Nana le tendió el dinero. Hachi tomó ambas bolsas y salió de la tienda. Nana no sabía cómo abordar alguna plática, algún contacto, alguna cosa que la hiciera estar cerca de ella. Se armó de valor y tomó su mano con la excusa de sujetar la bolsa. Su corazón se aceleró un poco al sentir la suavidad de su piel pero no podía continuar así que la soltó y se llevó una bolsa consigo.

Volvieron al departamento, repartieron las cosas entre los invitados y se sentaron una frente a la otra como lo hacían regularmente. Shin se encontraba a un lado de Hachi abrazándola ya que tenía mucho tiempo sin verla. Nobu se sentó cerca de la ventana del lado de Nana y Yasu se sentó al lado contrario de Nana.

Tuvieron una convivencia amena aunque las chicas estaban más calladas de lo usual. Evitaban mirarse pero eso no les impedía sentirse felices de estar juntas. Nana evitó beber demasiado, no quería arruinar el momento.

Una vez que se acabó la comida y el alcohol, Yasu tomó la iniciativa de que los chicos se retiraran. Nana lo miró un momento antes de salir.

- ¿Nana podría quedarse aquí? Es muy tarde para que esté sola en la calle.

Hachi se quedó confundida por la pregunta, estaba por repetir lo que le había dicho al llegar, pero terminó solo asintiendo.

Cuando sus amigos se retiraron y se quedaron completamente a solas, las chicas se miraron fijamente durante un rato. Nana se encontraba en la mesa y Hachi en la puerta ya que acababa de poner el seguro.

- Iré a bañarme. Por favor, siéntete como en casa, bienvenida de vuelta.

El corazón de Nana se estrujó de dolor ante estas palabras, ¿cómo podía tratarla así a pesar de todo lo sucedido? Pudo escuchar cuando Hachi entró a la tina por lo que se levantó y cruzó la puerta. Aún con la cabeza agachada y lágrimas en los ojos preguntó:

-¿Podemos hablar?

Hachi le sonrió y con una mano le indicó que entrara a la tina. Nana se desvistió con timidez, realmente no había pasado más que un par de meses, pero le parecía que esa vida junto a ella se encontraba muy lejana. Entró a la tina y se sentó abrazando sus rodillas para ocultar un poco su rostro.

Destino (Nana x Hachi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora