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Narra Antonia.

— ANTO —grita mi mama desde su pieza.

— QUE.

— SUBELE A LA CANCIÓN.

Tome el control del parlante y le subí al máximo mientras sonaba iris de the goo goo dolls.

Compartir gustos musicales con tu familia es lo mejor.

— AND I DON'T WANT THE WORLD TO SEE ME —escuche el canto no muy afinado de mi mama y no pude evitar reír mientras negaba con mi cabeza.

Segui en mi celu viendo post de frases hasta que vi que la luna (mi perrita Yorkshire gris con cafe) entraba a mi
pieza con su osito de peluche (el cual estaba ya sin nariz y cola) lo dejo en el piso, se puso encima de el y no demoro en empezar a fornicar con el oso.

— En mi propia casa luna lorenza —le digo ofendida.

Ella se detiene y me mira mientras respiraba con la lengua afuera.

— Ve a hacer tus cochinadas en otra parte por favor —le pido amablemente pero ella me ignora y sigue en lo su-
yo —. gracias por hacerme caso —digo sarcástica.

Me levanto y salgo de mi pieza con mi tazón para darle privacidad, bajo las escaleras y me encuentro con el Jose
(mi hermano mayor por 2 años) quien estaba sentado en el piso frente a la tele jugando play.

— Holis —lo saludo mientras me paro a su lado.

— Hola ant —me sonríe sin dejar de mirar la pantalla.

— Cuando termines la partida me puedes ir a dejar donde la vero —hago puchero —. por fiscito.

El no me responde por 10 largos segundos donde no para de mover sus dedos y al ver la pantalla me doy cuenta que termino la partida.

— Voy a buscar las llaves —dice levantándose en su 1,80.

No les pasa que todos en su familia de casa sobrepasan el metro sesenta y cinco y uno aquí con su metro cincuenta y cuatro pareciendo minion.

Espero unos minutos y después aparece con las llaves mientras se pone una chaqueta.

— Vamos —asiento con una sonrisa y salimos.

(...)

Estaba acostada boca arriba en la cama de la vero (mi mejor amiga) mientras ella estaba sentada en el piso viendo
ig mientras escuchamos el ataque de las chicas cocodrilo de hombres G.

— El matias ayer me hablo —le digo y la vero me mira seria.

— ¿Le respondiste? —niego.

— Lo bloquee altiro.

— Que te dijo?

— Que si podía juntarme con el para hablar de nosotros —me rio sarcástica.

— Aun no entiende el culiao que el "nosotros" ya no existe.

— Espero algún día entienda que ya no lo quiero en mi vida.

La puerta de la pieza se abrió dejando a ver a la vale (la hermana melliza de la vero).

— Hola anto —me saluda y yo le devuelvo el saludo con la mano —. voy a salir y no se si volveré hoy, le avisas al papá por fa —le pide a la vero.

— Enviale un mensaje avisándole, por algo teni celular —dice la vero muy seria.

— ¿Pero que te cuesta avisarle tu?

— Valentina dejate de wear y avísale tu.

Yo evito mirarlas a ambas debido a la tensión del ambiente.

La vale sale de la pieza enojada y da un portazo que me hace saltar del susto.

— Sorry por eso —me dice la vero cuando escuchamos que la vale sale de la casa.

— Tranqui —le sonrió.

— Quiero helado —me mira —. ¿vamos a comprar? —me pregunta y yo asiento.

— Yo quiero gomitas ácidas —hago puchero.

— Vamos y compramos varias cosas, mi papá en la mañana me dio 10 lukas porque le dije que venias.

— Dile a tu papa que lo amo —digo mientras salimos.

— Ya lo sabe —se ríe negando con la cabeza.

2 días después.

Ya estaba de noche, estaban todos acostados y yo me estaba haciendo un café mientras hablaba por llamada con
la vero.

Mire el azúcar y dude si echarle o no.
Ya consumí mucha azúcar en la tarde, mejor lo tomo solo.

— ¿Como esta la vale? —le pregunto mientras subo las escaleras y voy a mi pieza para dejar la taza.

— Pésimo, ayer llego pa la caga acá, no se que chucha consumió y mi papá la vio, juro que no sabia que hacer,
estaban discutiendo mal o bueno mi papá la estaba retando la vale arrastraba las palabras para responder.

— Puta la wea.

Empiezo a bajar las escaleras pero me detengo en seco al escuchar a la vero.

— Mjum, y creo que volvió mi mamá, una de las pocas cosas que se le entendieron fue "estaba con mi mami".

— Me estai webeando —digo sin poder creerlo —. se supone que no iba a volver de punta arenas.

— Creí lo mismo, quiero creer que fue algo que creo su imaginación por lo que consumió, seria muy cuatico que
volviera como si nada.

— ¿el tío ale como reacciono?

— No tuvo una reacción, simplemente tomo a la vale y se lo llevo al hospital para desintoxicarla, la dejaron hospitalizada, ya no se que va a hacer con ella —dijo y después ninguna hablo por varios segundos— ¿oye hablamos
mañana? Tengo sueño.

— Bueno, te quiero.

— Y yo a ti, chau —finaliza la llamada.
Suspiro y apague las luces antes de irme hecha un peo a mi pieza.

La situación familiar de la vero siempre fue muy difícil, su mama quedo embarazada teniendo solo 16 años de mellizas, al tenerlas las abandono y se las dejo al tío Alejandro quien en ese tiempo tenia 18 años, 10 años después ella regreso y se empezó a llevar a las chiquillas todos los fin de semana con un permiso legal.

Al principio se llevaban bien y después la vero comenzó a notar que su mamá habían días que estaba extraña, creyó que estaba enferma hasta que un día la pilló drogándose.

La mamá al notarla se puso muy agresiva con la vero gritándole y casi lo golpea pero justo en ese momento llego el tío Alejandro y se dio cuenta de lo que estaba pasando llevándose a las chiquillas y a los días puso una denuncia para que no se acercara a ninguna.

La mamá después de ese día no la volvieron a ver o eso creía la vero, porque cuando cumplieron los 14 años,
exactamente hace un año la valentina, se comenzó a alejar de todos, incluyéndonos a nosotras, la valentina siempre fue muy unida tanto con la vero como conmigo ya que pertenecíamos al mismo grupo social.

La vero al darse cuenta de esto noto que también estaba extraña y un día la siguió y vio que la vale se juntaba con su mamá para consumir esas weas que antes consumía la mamá.

La vero le aviso a su papá de lo que vio, de ese momento solo se que a la mamá se fue a para punta arenas para
no volver, a la vale se la llevaron a rehabilitación y en 5 meses se le dio el alta, pero nunca volvió a ser la misma
de antes en ningún sentido.

weona, te quiero caletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora