weona, te quiero caleta

04

Narra Antonia.

Me acomode la falda rápidamente, me puse el poleron del liceo y me ví en el espejo para ver si el delineado estaba bien, agradezco a los dioses que tengo buen pulso y no se me hace difícil hacerme delineados, tomo mi mochila y bajo a buscar mi termo.

Entre a la cocina y vi a mi mamá haciéndose un té.

— buenos días hija —me saluda al verme con un beso en la frente.

— buenos días mamá —le sonrió y tomo mi termo con tecito.

— ¿te hago desayuno? —me pregunta bebiendo un poco de su café.

— no gracias mami —se escucha la bocina del auto del papá de la cami —. Ya me tengo que ir, te quiero —digo y me voy rápido.

— YO TAMBIÉN —grita mi mamá desde la cocina y sonrió.

Salgo de la casa y me subo al auto.

— hola Anto —nos saludamos de beso en la mejilla con la cami.

— hola —sonrió —. Hola tío.

— hola mi niña, ¿Lista para el primer día?

— eso creo —rio un poco nerviosa.

La cami me toma de la mano, la miro y ella me da una sonrisa para tranquilizarme.

Me recargo en su hombro y ella en mi cabeza, así nos fuimos todo el camino el cual fue bastante largo ya que es de San Antonio a santo domingo y habían bastantes autos.

Al llegar nos despedimos del tío y ambas fuimos rápido a la sala porque ya habían tocado.

Entramos y no estaba el profesor así que nos sentamos al fondo, yo al lado de la pared y ella al otro lado. Note que habían algunas personas quienes me miraban con curiosidad.

— oye, al final cuántos son el grupo de ustedes? —le preguntó a la cami.

— ya conociste a los chiquillos de B, no? el Javi, el David, el Luciano y obvio el lucas —yo asiento —. Ya, los del A son el Nacho y la Matilda, pero le decimos matu y de aquí ningún weon porque todos tienes sus grupos.

— ¿Que wea? Son caleta —digo sorprendida.

— si algo —dice jugando con un mechón de pelo —. Por cierto, ¿paso algo con la parejita?

— ¿la parejita? —pregunto confundida.

— el David y el Luciano son la parejita a pesar de no serlo oficialmente esos weones hacen de todo juntos y cuando digo todo es todo —sube y bajas las cejas y yo me río.

— bueno ahora al parecer soy su hija adoptiva.

— ay no puede ser —dice y se empieza a reír muy fuerte.

Está weona tiene una risa ayayai...

— tienes que prepararte entonces —me avisa.

— ¿Por?

— esos dos, sobretodo el David no te dejarán tranquila, el lucho se ve tranquilo pero con las personas que quiere demuestra mucho.

Ay en qué me metí...

(...)

Camine junto a la cami y el Lucas por los pasillos hasta llegar a una cancha media escondida del liceo, la cruzamos y vi que estaban los chiquillos sentados junto a los otros dos que no cachaba.

El Luciano y el David estaban jugando cachipun, el Javier estaba viendo su celular con toda la flojera del mundo, la única chica que estaba, la cual supongo era la matu estaba quedandose dormida en el hombro del Javi.