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Los chiquillos siguieron haciéndome preguntas, de que si tenía hermanos, cómo se llamaba mi mamá, mi fecha de nacimiento, mi signo zodiacal cosa que me preguntó la matu y resulto que ambas somos virgo.

— ya chiquillos.

Marie aparece con dos bandejas las cuales tenían las bebidas y las repartió con cuidado.

Bebí un poco de mi limonada y tenía que admitir que estaba muy rica.

A los minutos vuelve a aparecer está vez con los postres.

— cualquier cosa me llaman nomás —dice Marie y todos asentimos antes de que se vaya.

Estaba tranquila bebiendo mi limonada mientras los chiquillos hablaban de un trabajo que tenían que hacer cuando veo que el Lucas se sienta a mi lado intercambiando puesto con el David y pone frente mío un plato con un pedazo de queque.

— ¿Que? —pregunto confundido.

— queque de plátano, avena y arándanos, tu favorito -me sonríe sin mostrar los dientes.

— no tengo hambre, gracias —susurro para el.

— Anto, come esto, por favor —me susurra de vuelta.

— Lucas... —lo miro haciendo una mueca.

— por favor —me mira con ojos de cachorrito.

Supongo que un pedazo no me hará daño...

¿No?

Suspiro mientras miro el trozo de queque con algo de nerviosismo, me lo como de a poco a lo que el Lucas sonríe y me da un beso en la cabeza.

Mire hacía adelante y vi que la cami sonrió orgullosa al verme.

Desde que empezaron los problemas con el José, el Lucas se encargo de cuidarme como un hermano, muchas veces fue a mi casa a estar conmigo para que no pasará el día sola, siempre intento distraerme de los problemas que estaba teniendo e intentaba que yo fuera feliz un momento, al igual que la cami.

Ambos me ayudaron y me ayudan demasiado a superar en todo.

A la cami la conocí gracias al Lucas meses después de la despedida de la Verónica.

A pesar de que yo no tenía muchas ganas de socializar ella se esforzó demasiado para que me cayera bien y funcionó muy bien al punto de que nos hicimos mejores amigas.

Sinceramente no sé que hubiera pasado si ellos no hubieran estado, ellos son mi pilar junto a mi mamá y la luna.

Bueno ya me puse sentimental, mejor escucho a los chiquillos.

— la vieja culia de fisica me puso un 1.0 solo por qué me rei en media prueba —dice el David enojado —. Yo que culpa tengo de que ella ponga esos nombres para los personajes de los problemas culiaos.

— ¿Cuáles eran? —pregunta la matu.

— la tía Tula, el señor remedios, el tío seno, solo faltaba el tío vagine conchetumare.

— vagine —dice el Luciano con el Javier y comienzan a reírse como cerditos.

La matu se puso roja al igual que yo al darnos cuenta que la gente miraba hacia nuestra mesa gracias a la risa de los chiquillos a la cual se unieron la Camila y el David.

Ya está wea es a propósito ningún weon se ríe así.

El Lucas solo los miraba raro mientras yo intentaba ignorarlos cómo si no estuvieran al igual que la matu.

(...)

Entre a mi casa y vi al José sentado en el sillón viendo su celular.

Camine hasta las escaleras ignorandolo porque no quería pelear pero al parecer no compartíamos opinión.

— ¿y tú porque tan feliz? —pregunta a mis espaldas.

— José... —lo miro cansada.

— solo te hago una pregunta, tan a la defensiva que estás Antonia —sonrie burlón —. ni que te fuera a pegar.

El se levanta y se va para otro lado.

¿Por qué dijo eso?

Suspiro y subo a mi pieza.

Me quito el uniforme, cierro la puerta con seguro y me acuesto para dormir.

Este día me había dejado exhausta.

(...)

— ¿todo bien hija? —pregunta mi mamá entrando a mi pieza.

— si, ¿por?

— José estaba abajo muy serio, supuse que discutieron.

Ambas nos sentamos en mi cama.

— no pasó nada, tranquila —le doy una pequeña sonrisa.

— Anto... Tu hermano se irá a la milicia.

Esto no me lo esperaba para nada, el José desde que tengo memoria quiso ser creador de videojuegos, ¿porque ahora quería ser militar?

— ¿cuando te lo dijo? —pregunto.

— ahora, mañana en la madrugada se va. —baja la mirada.

Esto le dolía, le dolía mucho.

A pesar de todo es su hijo mayor y lo ama.

Yo solo la abrace y sentí que comenzo a sollozar.

Este último año José se alejo de todos, dejo sus estudios para trabajar y ayudarme a mi a mejorar, al principio todo estába bien pero después se fue alejando y demostrando una parte de el que nadie conocía y todo por mi culpa.

Si yo no hubiera hecho todo eso, si yo solo hubiera ocultado todo lo que sentía, todo seguiría igual y el no hubiera cambiado con mamá.

Al final de todo, yo soy la culpable de los problemas de esta casa aunque mi mamá lo niegue, yo sé que es así.

weona, te quiero caletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora