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27. El tiempo juntos

HeeYoung en su adolescencia, había leído demasiadas novelas románticas, diferentes escenarios, mismos fatídicos finales; su antiguo cuarto en casa de sus padres se encontraba repleto de estantes con libros, diferentes portadas y autores. La niña aquel entonces de dieciséis, le parecía imposible que eso pasara en la vida real, tenía la esperanza que para ella fuera diferente, que pudiera estar con la persona que ella quería sin ningún obstáculo de por medio.

La joven adulta, de casi veinte, pensaba diferente; en aquel año, su saga favorita de un vampiro enamorado de una simple mortal, la hizo cambiar de opinión; aquella escena donde ella esperaba por él, sentada frente a la ventana mientras el tiempo pasaba frente a sus ojos, la marcó.

HeeYoung, de veintiséis simpatizaba más con aquella joven adulta que su versión adolescente; era increíble como las cosas podían cambiar de un minuto a otro, mientras piensas que todo va bien, que las cosas están fluyendo correctamente.

Cada hora que pasaba, se preguntaba si era buena idea seguir en Jeju; la noche era eterna, desde su habitación, la cual compartía con Jungkook, podía escucharse las olas del mar; en vez de tranquilizarla, le provocaba cierta presión.

2 AM

No le gustaba la manera en la que las cosas se estaban acomodando en su cabeza, no sabía cómo sentirse, había estado enfocada en como él se sentía, pero no en como ella se estaba sintiendo en aquel momento; la manera en la que Jungkook puso en primer lugar a EunSoo, dejándola a ella de lado, en como otros la defendieron al verse atacada por un extraño y que Jungkook no haya dicho ninguna sola palabra.

3 AM

Él dejó Jeju, sin siquiera verla o dirigirle la palabra, no quería ser egoísta, trataba de entenderlo, pero no podía en ese momento; fue ignorada, mientras solo pensaba en él. Su trato frío y distante, la hizo sentirse peor, incluso el pensamiento de haberle dicho te quiero en la playa, sin obtener una respuesta, más que un beso; empezaba a dudar, tal vez ambos estaban en diferente página.

4 AM

Todos los amigos de Jungkook sentían lástima por ella, HeeYoung lo sabía, la mirada que le dirigían le decía todo. De pronto, odiaba estar en Jeju, había pasado días en los que se preguntaba si estaba en un sueño y tal vez si lo estaba, pues de pronto se convirtió en una pesadilla.

¿Cuál era el punto de seguir ahí? Su novio... o Jungkook ya no estaba ahí; sus mensajes no eran respondidos, no sabía que pasaría una vez ella llegara a Seúl.

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Aquella mañana fría, provocaba a Hee escalofríos, sus mejillas rosadas evidenciaban el frío que sentía, el calor corporal no era suficiente para estar calentita bajo el cobertor. Horas antes había caído dormida, sin embargo, su descanso fue intranquilo mientras que una sensación extraña estuvo instalada en su pecho junto a la necesidad de salir huyendo.

Contó hasta diez, con los ojos cerrados, buscando la paz y la iniciativa de salir de la cama, preparar su maleta y volver a casa. La emoción, la expectativa y la diversión había acabado para ella; diez.

Abrió los ojos lentamente, encontrándose con la luz filtrándose por su ventana, el ambiente era silencioso, incluso cuando su interior era caos. Aun así, bajó de la cama, como pudo, arrastro su maleta y ahí mismo en el piso, se dispuso a poner en orden todas sus pertenecías.

-Volvamos a casa HeeYoung- susurró para ella misma.

El silencio reinaba, parecía que todos habían tenido una noche placentera y seguían en su sueño más profundo. O eso creía cuando unos toques en su puerta hicieron eco.