Hee Young a sus 26 años ha logrado sus objetivos; sin embargo había una palabra que no estaba en su vocabulario: amor, pues siempre había estado enfocada en su carrera.
El señor Jeon, un abogado centrado y fiel a su trabajo si que se había relacion...
El día empezaba con una fuerte lluvia, haciendo resonar los truenos provenientes del cielo en el departamento de Hee. Esta se encontraba parada frente al espejo, comprobando que su apariencia fuera lo suficientemente formal para la reunión. Había escogido un conjunto formal junto con una gabardina café.
El encuentro con Jeon la tenía con un poco de nervios y la lluvia no ayudaba nada. Si el clima seguía así llegaría tarde y esa palabra no estaba en su vocabulario. Apresurada, tomó una bolsa a juego que desde una noche antes lo había preparado. Corrió hacia la puerta y salió, no sin antes tomar sus llaves y sombrilla.
Al parecer la lluvia tomó por sorpresa a todos en la ciudad, pues la cantidad de tiempo que llevaba atorada en el tráfico estaba colmando su paciencia. Estaba tan desesperaba que veía su celular para ver la hora.
5 minutos.
Suspiró. Cinco minutos faltaban para la hora acordada y al menos unos quince minutos para llegar al edificio donde Jeon la había citado.
Finalmente, sus plegarias fueron escuchadas, pues Hee por fin salió del embotellamiento en el que estuvo atorada casi una hora. Estacionó dentro del complejo donde se encontraba el bufete jurídico. Bajo de su automóvil apresurada olvidando su sombrilla dentro.
Caminando a paso rápido, entro al edificio; un gran interiorismo dentro, junto con una buena iluminación y mobiliario. Hee dio un vistazo de todos los elementos arquitectónicos ahí dentro.
Una mujer la recibía en recepción con una sonrisa amable -Me presento- hablo aquella mujer, sorprendiendo a Hee un poco -Soy Eunji, mano derecha del señor Jeon- prosiguió, haciendo que ambas inclinaran su cabeza en forma de saludo.
-Hola Eunji, soy Im Hee Young. Soy la arquitecta que Jeon Jungkook espera- habló Hee. La mujer le dio una mirada confusa, pues se había referido al CEO por su nombre completo, dejando de lado los honoríficos.
Hee Young desde adolescente, había tenido un sin fin de problemas por ello. Le era difícil el poder conversar formalmente con alguien más. Siempre los llamaba por su nombre de pila o simplemente alguna abreviación de su nombre, sin importar que fuera mayor que ella.
Eunji un poco confusa dejo pasar ese pequeño incidente y decidió indicarle el camino -Por aquí, señorita- Hee asintió y la siguió unos pasos detrás, observando su entorno. El edificio era imponente por fuera, pero una vez adentro se sentía su calidez, encontrándose con elementos de confort tales como jardines interiores o espacios relajantes; Le recordaba mucho a un jardín zen pero en la vida real.
De pronto, su cerebro le recordó que llegaba tarde a su reunión. Era incorrecto el dejar a su cliente esperándola cuando ella había pedido la cita. Que tal si cuando llegase, el cliente se fuera o si el cliente la reprendía. Hanbada tendría problemas y por consecuencia su imagen. Tembló. Pues eso era lo que menos quería en este momento tan bueno para su empresa.
El sonido de llegada en el ascensor la hizo volver en sí, sacudió su cabeza y volteo a ver a Eunji, la cual con su mano le indicaba que saliera de la caja metálica. -Pase, su secretaria la atenderá- habló aquella mujer. Se tomó un segundo y salió sin perder más tiempo.
Cuando por fin, pudo estar frente a la puerta de la oficina de su cliente, sintió que respiró, pero sus nervios en ese momento se encontraban a flor de piel. Toco la puerta tres veces y arregló su gabardina antes de escuchar una voz seca detrás de la puerta.
-Adelante- el hombre habló.
Abrió la puerta y se encontró con una imponente vista, que daba hacia la gran ciudad, trago saliva y camino unos pasos antes de darse cuenta de que su cliente no se encontraba en su escritorio, sino que parado delante una mesa donde podía ver dos copas con un líquido transparente. ¿Agua?, o ¿vodka?. Hee rio a sus adentros pues podría ser solamente agua.
-Me presento, soy Im Hee Young. Arquitecta representado a...- Hee empezó a hablar cuando la voz del hombre la interrumpió.
-Llegas tarde- con mueca de fastidio, el señor Jeon, por fin, se dignó a voltearla a ver. Y ella sintió sus piernas flaquear.
-Disculpa, no me gustan las excusas, pero esta vez el tráfico me retrasó- Hee agachó la cabeza apenada por su respuesta.
El señor Jeon no dijo ninguna palabra y para Hee estaba siendo una eternidad. Decidió pararse derecha y verlo, encontrándose con la mirada de aquel hombre, esa mirada tan oscura y penetrante que poseía. Ella sintió algo, inexplicable, pero cualquier pensamiento desapareció al oírlo hablar.
-¿Siempre ha sido informal?- Hee quedo petrificada con la pregunta, pues no sabía como y qué responder, pero su respuesta sería ignorada, pues él habló de nuevo -De una vez se lo digo señorita Im. No me gustan las informalidades-. La vio una última vez y se dirigió a su escritorio, posicionando sus manos levemente entrelazadas sobre este.
Hee siguió parada frente al escritorio, sintiéndose casi desfallecer, se encontraba más nerviosa que nunca, a primera instancia, la reunión había empezado lo que sigue de mal. Al momento de darse cuenta de que su cliente la seguía viendo sin ninguna expresión en su cara, lo tomo como señal para acercarse y sentarse frente a él.
-Bien, he recibido algunas opiniones acerca su empresa señorita Im- Jungkook alzó una ceja -Me sorprende saber que alguien como usted sea la fundadora de tan excelente empresa- Hee sostuvo su respiración unos segundos.
-Lo sé, en verdad lamento esto Jeon Jungkook- Hee fue bajando la voz al notar que nuevamente lo estaba arruinando -Lo siento. Esto no volverá a pasar, señor. Es una falta no solo para usted, sino para mi empresa- el hombre asintió desinteresado y respiró aliviada.
-De vuelta al tema principal de su visita, agradezco que se haya tomado el tiempo a reunirse conmigo. - Jungkook prosiguió -Como bien verá, se planea un gran complejo habitacional al norte de Incheon. Mi padre me ha recomendado con Hanbada para este gran proyecto- Hee lo escuchaba atentamente -Dado que son una empresa de reconocimiento nacional, me gustaría que lleven a cabo el diseño, construcción y por su puesto, el diseño interior- Jungkook finalizo.
Hee Young sonrió, pues para ella era un orgullo que le pidieran hacer eso. Su empresa estaba en la cima y no pensaba bajarla de ahí y le gustaba, le gustaba que sus clientes le tuvieran tal confianza. -Encantados de trabajar para usted, Jeon Jungkook- hizo una reverencia y sin darse cuenta, pues su mente y corazón estaban tan felices de este nuevo contrato, había dejado de lado la formalidad.
Volvió a su posición original cuando Jeon Jungkook la miraba con un rostro sombrío.
-Le he dicho que no me gustan las informalidades-.
La reunión no había ido tan mal después de todo, ¿o si?
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¿Qué piensan? Por fin se conocieron, pero no en muy buenas condiciones jaja
