El origen de los guardianes

Capitulo 1: Introduccion

Oscuridad. Eso es lo primero que recuerdo.

Una figura sombría flotaba hacia la superficie de un lago congelado.

Estaba oscuro y hacía frío. Y yo estaba asustado.

La figura abrió lentamente los ojos para revelar un par de ojos azules brillantes.

Y entonces, vi la luna.

El hielo que cubría el lago comenzó a resquebrajarse.

Era tan grande y tan brillante.

La figura atravesó la superficie helada y flotó en el aire.

Parecía ahuyentar la oscuridad. Y cuando lo hizo, ya no tenía miedo.

El niño flotó hacia el lago cubierto de hielo mientras las grietas se sellaban.

Pero por qué estaba allí y lo que estaba destinado a hacer, eso nunca lo supe.

El niño examinó sus manos y su atuendo, y su entorno. Estaba en medio de un bosque.

Y una parte de mí se pregunta si alguna vez lo haré.

El niño miró a la luna por un momento antes de comenzar a caminar sobre el hielo. Mientras caminaba, su pie golpeó un cayado de madera que estaba tirado en el suelo. Lo empujó con el pie y se congeló. Lo recogió y brilló por un momento y creó escarcha por todo el suelo.

El niño golpeó el extremo de su bastón contra un árbol y apareció una escarcha en él. Sonrió brillantemente y comenzó a correr, o más bien resbalándose, a lo largo del lago arrastrando su bastón por el suelo creando más escarcha.

De repente, sopló una fuerte ráfaga de viento y el niño fue levantado en el aire por encima de los árboles. El viento se detuvo y él cayó golpeando un par de ramas. Se aferró a una rama grande para detenerse y se rió a carcajadas. Desde la rama notó un pueblo a lo lejos.

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El viento lo llevó al pueblo y aterrizó temblorosamente en el suelo. Se sacudió el polvo, riendo antes de caminar.

–Hola, Hola. Buenas noches señora, ¿señora? – Saludaba a la gente mientras caminaba, pero por alguna razón, nadie le hablaba.

Un niño corrió hacia él y trató de llamar su atención.

–Oh, eh, discúlpa, ¿Puedes decirme dónde estoy? – Le preguntó al niño.

Sin embargo, el chico corrió directamente a través de él, como si ni siquiera estuviera allí. Jadeó en estado de shock y comenzó a respirar con dificultad mientras otras personas pasaban a través de él.

–¿Hola? – Él llamó.
Empezó a correr por el pueblo, aterrorizado y confundido. Debido a esto, no estaba mirando por dónde iba y chocó contra alguien y se cayó.

Miró hacia arriba sorprendido y vio a una chica parada frente a él. Tenía cabello c/c, piel c/p y bonitos ojos c/o que estaban muy abiertos por la sorpresa.

Los dos se miraron en estado de shock, antes de que la chica extendiera su mano para sostenerlo. Él lo tomó vacilante y ella lo ayudó a ponerse de pie, sorprendida de que su mano no pasara por la de ella.

–¿Puedes verme? – Preguntaron al mismo tiempo.

–Sí – Dijeron al mismo tiempo otra vez.

–¿Cómo es esto posible? – La chica se preguntó en voz alta.

El chico estaba a punto de responder, cuando dos figuras caminaron a través de cada uno de ellos.

–Oh... ellos tampoco pueden verte – Ella se dio cuenta.

–Uh... n-no, no pueden, ¿Sabes por qué? – Le preguntó a ella.

Ella sacudió su cabeza diciendo que no. –Lo siento.

El niño miró hacia abajo con tristeza y la niña sintió pena por él.

–¿Cuál es tu nombre? – Ella preguntó tímidamente.

El chico pensó por un momento. ¿Cual era su nombre? Estaba a punto de decir que no sabía, cuando de repente miró hacia la luna por unos segundos para despues ver hacia la chica.

–Mi nombre es jack. Jack Frost. – Dijo él.

–Encantado de conocerte Jack. Soy T/n. Pero la mayoría me conoce como Cupido. – Ella se presentó.

–¿Cupido? – Dijo confundido.

Dos gigantescas alas blancas y esponjosas aparecieron de repente detrás de ella. Jack dio un paso atrás en estado de shock antes de que una mirada de asombro lo reemplazara.

–Vamos. Déjame ayudarte a salir de aquí. – T/n ofreció, tendiéndole la mano.

Jack lo tomó sin dudarlo y ella comenzó a sacarlo del pueblo.

Mi nombre es Jack Frost. ¿Cómo sé eso? La luna me lo dijo. Pero eso fue todo lo que me dijo.

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