Capitulo 14: La oferta

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Jack se paró en lo alto de una colina nevada y corrió hasta el borde tratando de reunir el coraje para deshacerse de sus recuerdos. Pero no pudo hacerlo. Gruñó de frustración y miró las dos cápsulas que tenía en la mano.

–Sabía que esto pasaría – Pitch dijo detrás de él – Realmente jamas creyeron en ti. Solo quise abrirte los ojos. Pero yo lo entiendo.

Jack se dio la vuelta y disparó una ráfaga a Pitch que bloqueó.

–¡Tu no estas entendiendo nada! – gritó Jack.

Disparó de nuevo.

–¿No? ¿Crees que no se lo que se siente que te aislen?

Jack voló en el aire y disparó una gran ráfaga a Pitch, y Pitch creó una pared de arena negra para bloquearlo.

–¿Que nadie crea en ti? Añorar a una...una familia. Todos esos años en las sombras creí que nadie sabía lo que se sentía. Pero veo queme equivoque. No tenemos que estar solos Jack. En verdad creo en ti. (T/n) cree en ti. Y los niños creerán en ti.

–¿En mi? – Jack se preguntó.

–¡Sí! Mira lo que podemos hacer – Pitch hizo un gesto hacia la escultura de hielo y arena que habían hecho Jack y Pitch – Y si añadimos a (T/n) a la mezcla, seríamos imparables. ¿Qué mejor convinación existe que el frío, la oscuridad y el odio?

–¡¿Qué le hiciste a ella?! – exigió Jack.

Pitch levantó las manos para tranquilizarlo – ¡Nada, nada! No la he lastimado, lo juro. Aunque ella es una cosita bastante resistente. Todavía rechaza mi oferta. Pero si te unes, entonces no tengo dudas de que te seguirá. Los obligaremos a creer. Les daremos un mundo donde todo, todo sera...

–¿De Pitch Black? – Jack interrumpió.

–Y de Jack Frost y Cupido claro. Van a creer en nosotros.

–Ellos nos temeran, a los tres. Y eso es justo lo que no quiero y eso no es lo que (T/n) querría – Jack declaró con firmeza – Y por última vez, déjame en paz.

–Lo entiendo. Quieres que te deje solo. Hecho. Pero primero...

–¡Jack!

Jack se dio la vuelta y vio que Pitch tenía su brazo envuelto alrededor del cuello de (T/n), y cuerdas hechas de arena negra estaban envueltas alrededor de sus muñecas. En su otra mano, sostenía a la hadita.

–¡(T/n)! ¡Hadita! – Jack apuntó con su bastón a Jack amenazadoramente.

–¡El callado, Jack! Tienes la mala costumbre de interferir. Ahora, entrégalo, y dejaré que ella y la pequeña plaga se vayan.

–¡No lo hagas Jack! – (T/n) le dijo.

–¡Tranquilo! – Pitch apretó su agarre alrededor de su cuello.

La hadita de repente apuñaló la mano de Pitch con su nariz, haciéndolo jadear y soltarla. Hadita voló y se escondió detrás de Jack.

–¡Ah! ¡Ouh! – Pitch ladró.

–¿Estás bien, hadita? – Jack susurró. La hadita asintió.

Pitch estaba empezando a impacientarse – Vamos, Jack, entrégalo. No querrás que tenga que arruinar su bonita cara, ¿verdad? – Pitch agarró la barbilla de (T/n) con su mano ahora libre.

Jack pensó por un momento, antes de que su cuerpo se hundiera y suspirara. Volteó a su bastón y se lo entregó a Pitch, quien se lo quitó.

–Okey. Ahora sueltala – exigió Jack, extendiendo su mano.

Pitch miró a (T/n) antes de volver a mirar a Jack –Nah.

Los ojos de Jack se abrieron con miedo.

–Dijiste que querías estar solo. ¡Pues estarás solo! – Gritó Pitch.

Lentamente comenzó a retroceder con (T/n) todavía en sus brazos, cuando (T/n) frunció el ceño con ira y mordió la mano de Pitch.

Pitch gritó de dolor, lo que hizo que perdiera la concentración y las cuerdas de arena se desintegraran. (T/n) se escapó de su agarre y comenzó a correr hacia Jack, quien tenía el brazo extendido tratando de agarrarla.

–¡Ugh! ¡Pequeña mocosa! – Pitch gritó, disparando una ráfaga de arena que golpeó a (T/n) y la envió volando por el aire hacia un abismo.

–¡No!

Pitch partió el bastón de Jack por la mitad, lo que provocó que gritara de sorpresa y dolor. Pitch disparó una ráfaga a Jack que lo envió volando hacia una pared de hielo y cayó en el mismo abismo que (T/n), quedando inconsciente.

Pitch miró a los dos y se rió, arrojando el bastón roto de Jack con ellos.

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Después de unos momentos, Jack se sentó, frotándose la cabeza con dolor. Miró a su izquierda y vio a la hadita tirada en el suelo.

–Hadita. ¿Estás bien? – Jack la levantó en brazos y ella estornudó – Ah, lo siento. Lo único que hago es enfriarte.

Escuchó toser a alguien frente a él y miró hacia arriba y vio a (T/n) tirada en el suelo.

–¡(T/n)! – exclamó Jack. Puso a la hadita sobre su hombro y se dirigió hacia ella.

(T/n) lentamente se sentó contra la pared, temblando – ¿Jack?

Jack la rodeó con sus brazos y la apretó con fuerza. Ella le devolvió el abrazo igual de fuerte.

–(T/n), lo siento, lo siento mucho. Todo es mi culpa. Si te hubiera hecho caso, esto nunca hubiera pasado. Te fallé. Prometí protegerte y fallé – Jack sollozó en su hombro.

–Pitch tenía razón, todo lo hecho a perder y siempre te arrastro conmigo.

–¡Jack, eso no es cierto! Nada de esto fue tu culpa – Ella le dijo, antes de estornudar.

Jack instantáneamente se sentó a su lado y la atrajo hacia su regazo, envolviéndola con sus brazos para tratar de calentarla.

La hadita de repente se arrastró dentro del bolsillo de la sudadera con capucha de Jack.

¿Jack?

¡Jack!

Jack miró hacia abajo y metió la mano en su bolsillo sacando sus recuerdos y los de (T/n).

¿(T/n)?

La chica jadeó – ¿E-son esos...?

–Sí lo son – Él le entregó su cápsula – Deberías ir primero. Ya has esperado suficiente – Jack insistió.

–¿Está seguro? – Ella preguntó vacilante.

Jack asintió y ella miró a la hadita, quien también asintió.

–Está bien, aquí va – (T/n) presionó su mano en la parte superior de su cápsula y se iluminó, y de repente se inundó de recuerdos.

❄️❄️❄️❄️

El origen de los guardianesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora