La 𝗲́𝗽𝗼𝗰𝗮 de celo es la más importante entre los monstruos y, sin embargo es 𝗼𝗱𝗶𝗮𝗱𝗮 por algunos de ellos. Pero eso no quiere decir que la dejen de lado.
Es 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 para ir dejando nuevas generaciones y que la 𝗿𝗮𝘇𝗮 perdure h...
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Día 3
Ahora fui yo quien se metió al baño antes de que dieran el desayuno, ya que debía estar lista para cuando Undyne me llamara.
Alphys hizo que Mettaton me hiciera ropa de deporte. Fue un poco incómodo cuando me hicieron medir yo misma mis medidas de busto, caderas, trasero y espalda.
Pero al final valió la pena.
La ropa era muy cómoda, se ajustaba perfectamente a mi cuerpo para evitar el rebote de mis atributos, y ni hablar la frescura que sentía. Realmente estaba convencida que si es para mí estás prendas.
Salí del baño con una coleta alta y un tapete, no iba ser necesario los tenis porque el suelo no lo permitía, y con el tapete se facilitará hacer algunos ejercicios que requerían equilibrio.
Sans ahora estaba sentado en uno de los sillones, mirando la comida. Pero al escuchar la puerta aburrirse su vista pasó a mi.
Sus ojos viajaron de mis pies a mi cabello, asombrado y extrañado. Llegó a un punto que comenzó a ahogarse por la impresión. Yo me reí por mis adentros por lo estúpido que se vio al verme de esa forma, es como si nunca había visto una mujer.
⸻Esta bueno. ⸻Dije mientras me sentaba enfrente de él. ⸻Por estar viendo a una mujer que no es tu novia.
Entonces sus ojos se abrieron con asombro y enojo.
⸻No soy un mujeriego. ⸻Masculló enfadado.
Entonces solté una carcajada y luego lo miré con una sonrisa de lado.
⸻Lo que digas, huesos flojos.
Pero su semblante se frunció y dejó de comer viéndome de manera seria.
⸻En ningún momento te he faltado respeto. Que estés vestida así es algo que me extraña, porque tenemos prohibido salir, ¿Recuerdas?
Tome un tazón de cereal sin sabor con trozos de fruta, luego le eche leche y con una sonrisa sin verlo seguí hablando.
⸻En ningún momento he dicho que iba a salir. Y si lo hiciera, no tendría que importarte.
Tome una cucharada y comí omitiendo el enfado que crecía en Sans.
Me sentía bien cuando hacía enojar a Sans, una satisfacción eminente recorre mi ser y hace crecer mi ego de manera enorme. Es como si yo tuviera razón y Sans lo supiera.
⸻Me importa porque estamos metidos en un experimento. Si te vas, tendríamos que volver desde el principio.
Y mi sonrisa creció.
⸻Ah, ¿En serio? ⸻Me hice la asombrada y luego sonreí de lado de manera superior.⸻ Pues ya lo sabía. No hace falta que repitas el mismo cuento, que ya me lo sé.
⸻Lo hago porque te-
Pero una llamada interrumpió las palabras de Sans. Era mi celular, así que lo tomé de la mesa y conteste parándose del sofá mientras intentaba digerir el alimento en mi boca mientras miraba el nombre del remitente de la llamada.
