La 𝗲́𝗽𝗼𝗰𝗮 de celo es la más importante entre los monstruos y, sin embargo es 𝗼𝗱𝗶𝗮𝗱𝗮 por algunos de ellos. Pero eso no quiere decir que la dejen de lado.
Es 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 para ir dejando nuevas generaciones y que la 𝗿𝗮𝘇𝗮 perdure h...
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Día 12: Día corto.
Sans se había dormido en mis brazos, cómo si de un niño pequeño se encontrará en mi brazos. Su respiración la sentía, él estaba sereno, incluso sus brazos en mi cintura seguían ahí, de vez en cuando me jalaba más cerca y aspiraba con fuerza y soltaba el aire haciéndome estremecer. Pero no hacía nada más que acariciar su cabeza con suavidad y lentitud.
No podía dormir, y no por como estábamos, sino porque mi sensibilidad me lo impedía.
Me sentía cómoda, cómo si estar en esta manera con Sans es tranquilizador; baje mi boca y comencé a dar besos sutiles en su cráneo con amor.
Solo dos días. Solo dos malditos días para salir de aquí, y en el tiempo que estuve aquí con él, literalmente no comprendí nada de lo que pasaba. Pero si podría decir que pude congeniar solo un poco con Sans.
Comenzaba hacer él nuevamente después de haber pasado por tener sexo, y extrañamente no me molestaba. Al menos ya no tanto. Comprendía que quería arreglar las cosas intentando darme mi espacio, no hacer tantos chistes y simplemente, intentar ser invisible. La incomodidad siempre va estar ahí, y Sans lo sabe.
Pero ahora no hay nada de eso.
Los pequeños sollozos de Sans me hacen preocuparme y regresar a la actividad de arrullarlo cual bebé. Pero no me quejaba, sentía que a él le hacía falta, él solamente es una víctima más de las decisiones horrendas de Frisk. Él ni yo tenemos la culpa de lo que pasaba en esta habitación, y lastimosamente tampoco puedo confiar en los que están afuera.
Ya todos seguían a ciegas a Frisk, mientras que Sans y yo estábamos en una guerra constante de quien es el que aguanta más los instintos. Tortura extrema si me lo periten decir, sin mencionar el confinamiento en los que nos tienen. Ni que estuviéramos enfermos.
Sans y yo creo que de alguna manera nos parecíamos; ambos éramos leales a Frisk.
Pero luego de lo que pasó en la madrugada de ayer...Me hace dudar que realmente tengamos amigos fieles y buenos. Sans únicamente tiene a Papyrus (que ya tiene varios días de no hablar con él) y yo estoy sola por el mundo.
Suspiré derrotada.
Finalmente me rindo ante todo y todos; lo único que podía hacer era ayudar a Sans, ya creo que importaba si volvía a usar mi cuerpo. Al fin y al cabo a Frisk se le pasa por donde no le pasa el sol todo lo que nos puede llegar a pasar.
[ . . . ]
Desperté con dolor muscular, mi abdomen dolía y mi garganta ardía horriblemente. Mis piernas las sentía débiles y con la sábana que me cubría puedo deducir que aún sigo sin ropa en la parte baja.
Sans por otro lado seguía dormido a mi lado aunque no logro imaginar ni comprender cómo es que estábamos de cucharita. Yo no me podía mover y Sans parecía una roca al dormir, pero no me quejaría. Me sentía bien y cómoda con él en esta posición.
