La 𝗲́𝗽𝗼𝗰𝗮 de celo es la más importante entre los monstruos y, sin embargo es 𝗼𝗱𝗶𝗮𝗱𝗮 por algunos de ellos. Pero eso no quiere decir que la dejen de lado.
Es 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 para ir dejando nuevas generaciones y que la 𝗿𝗮𝘇𝗮 perdure h...
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Él me miró deseoso. Incluso de haberle propuesto algo tan extraño en el momento, que ni siquiera debería de haber dicho. Pero parece que no le importó.
Se sentó en la cama, tomándome de la muñeca de la mano que sostenía su miembro. Luego, de un solo movimiento, me acosté boca arriba teniendo él, el dominio de mi cuerpo. Ya que su mano había hecho que mis dos brazos estuvieran arriba de mi cabeza.
Sus ojos analizaron cada fracción de mi, cada mínimo detalle de mí sentía que él podía verlo. Pero yo solo me fijé en su lengua, que desprendía un brillo azulado y la humedad que desprendía al lamer sus dientes daban ganas de besarle. Lo sé, es extraño, pero lo veía malditamente sexy.
⸻Firma Samantha, ⸻Inquirió mientras acortaba un poco más la distancia que tenía nuestros rostros. ⸻Firma, se que lo quieres hacer.
Quería besarle, joder. Realmente quería. Pero debía resistir, no quería que se descontrola todo y que después me arrepienta.
⸻¿Dónde firmó?
Aquella respuesta pareció que fue su favorita, ya que una sonrisa extravagante y pícara iluminó más su rostro.
⸻En mi cuerpo. ⸻Logré percibir su respiración en mi boca, observando su ojo azúl fijo en mis labios. Pero no me beso, y se pasó a mi oreja, sintiendo un leve suspiro caliente ahí. ⸻Porque si yo firmo, serás mía hasta la muerte.
Un escalofrío recorrió mi nuca, hasta llegar a mi entrepierna. Sentía ya la humedad, sentía que mi cuerpo pedía a gritos que el metiera su miembro en mi, quería sentirme llena de él.
Un gruñido ronco escuché, sintiéndome una sumisa. Una puta sumisa que rogaba por atención.
⸻Tú olor me dice que quieres que te folle ya.
Tragué saliva con miedo.
⸻No es verdad. ⸻Mentí. Mentí como la vil puta hipócrita que era.
Entonces él soltó una risa divertida, escuchándolo ronco por la excitación.
Iba a preguntar de qué se ríe, pero una mano esquelética traviesa, se introdujo en mis muslos interiores, apretando ahí débilmente. El alma se me derritió, mi cuerpo soltó un pequeño espasmo de la sorpresa y un suspiro fue mi peor error.
Sans notó que si estaba igual de caliente que él.
⸻Parece que mentir en estos momentos no será tu salvación. ⸻Muerde levemente mi cuello, apretando suavemente mis muslos, subiendo y bajando para torturarme. ⸻Puedo sentir que tu cuerpo aclama por mí.
¡Hazme tuya, joder!
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