La 𝗲́𝗽𝗼𝗰𝗮 de celo es la más importante entre los monstruos y, sin embargo es 𝗼𝗱𝗶𝗮𝗱𝗮 por algunos de ellos. Pero eso no quiere decir que la dejen de lado.
Es 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗮𝗿𝗶𝗮 para ir dejando nuevas generaciones y que la 𝗿𝗮𝘇𝗮 perdure h...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Día 13
Mi garganta seguía débil, específicamente mis cuerdas vocales. Sin embargo, Sans de alguna manera se las arregló para que pudiera comunicarme con él.
Enviar mensajes de texto a la persona que estaba a mi lado no era del todo divertido, aunque podía decir que fue la única grandiosa idea que pasó en el día.
Sans y yo mejoramos nuestra relación. En cambio conmigo hice lo mejor que pude para que ambos estuviéramos cómodos; Alphys permitió (más bien obligué) que Sans entrara al baño cada que él quería, ya que no podía quitarle el derecho a la privacidad (sin mencionar que en estos momentos está pasando).
Agradecía enormemente que ayer Sans pudo controlarse, aunque en una ocasión terminé ayudándolo con la boca.
Si volvía a entrar en mi, seguramente terminaría postrada en la cama y no quería estar así, sobre todo cuando solo falta un día para salir de aquí.
Era extraño que en los últimos días comenzamos a conjenear mejor. Aunque no me molestaba. Descubrimos que teníamos algunas cositas por ahí con la que estábamos de acuerdo.
Por ejemplo: los crucigramas era difíciles; yo no tengo un vocabulario tan grande como para saber que debía ir en cada lugar. Sans, por otra parte que si conocía y/o recordaba palabras del diccionario, le daba flojera recordar y prefería dejar todo.
Lo único pasable de él por estos momentos es que no volvió a mencionar a Frisk. Aunque se tensaba cada vez que quería convencerlo que me dijera sobre “marcar” a su pareja. No me contestaba, pero tampoco me decía que parará, pero lo mejor que hice fue dejarlo tranquilo con el tema.
Sans tampoco desaprovechó el tiempo, y se dio el gusto (aunque la mayor parte fue que se haya quedado dormido en medio de su plática), de hablar conmigo. Me explicó con calma y paciencia lo que conlleva a ser un Alpha.
Muy aparte mencionó que ser profesor también le ayudaba distraerse de alguna manera, la daba pereza, pero mantenía su mente lejos del pensamiento perverso.
En estos momentos Sans dormía en su cama, mientras que yo estaba en mi computadora haciendo trabajo y viendo de vez en cuando videos para distraerme y no estresarme.
Apesar de él estar dormido de vez en cuando lo miraba, asegurando me que estuviera bien. Yo me preguntaba que estaba pasando conmigo, pero la evolución de nuestra relación de “amigos con derechos” no debería importarme. Pero ahí me encontraba vigilandolo. Cómo si fuera un bebé.
Un bebé...
No lo había pensado con detenimiento.
Pero de alguna u otra manera sabía que sería una bendición si llego haber un bebé de Frisk y Sans, si es que regresan luego de salir de aquí; solté una risa divertida, imaginándome ser la tía solterona y con dinero.
