▪︎𝐻𝑎𝑠𝑡𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑙𝑎 𝑚𝑢𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑛𝑜𝑠 𝑠𝑒𝑝𝑎𝑟𝑒▪︎ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

╚» 𝟱┊𝐜𝐮𝐚𝐝𝐫𝐨𝐬 «╝

El camino hacia el local fué un poco raro, es decir, no es que el ambiente dentro del auto se sienta incómodo o algo por el estilo, sino que yo me sentía raro y no sabía exactamente a qué se debe. Seguramente a todos nos pasó el estar con esa sensación amarga sin que haya por qué estarlo, simplemente surgen esos sentimientos y no puedes hacer nada más que ignorarlo porque dentro de todo no sabes cual es el problema, y por ende, no puedes encontrar una solución para esos sentimientos. Dejando de lado todo aquello, observo nervioso el reloj de la pantalla del auto y me encuentro con que ahora mismo marca las 19:23, pareciera como si el reloj no avanzara más y se quedara congelado en ese número para siempre.

-¿Quieres ir a cenar afuera hoy? Estoy deseando una buena pizza con una cerveza.

-Claro mi amor-respondo una vez que dejo de mirar hacia el frente y giro mi cabeza hacia el costado para verlo-también estoy deseando lo segundo que nombraste.

-Esta bien, te buscaré e iremos a cenar.

Yo solo asentí y dejé suaves caricias en sus mejillas, cosa que amo hacer. Cuando menos me di cuenta, el auto se detuvo indicando que habíamos llegado a la calle donde debo bajarme, es por esto que dejo un beso profundo en los labios de mi prometido y salgo del auto para comenzar a caminar hacia el local. Sonrió al ver el cartel de este prendido; las luces reflejan de una manera inexplicable y eso se debe a que me encargué de que mi cartel sea el que más brille entre todos los locales que hay alrededor.

Finalmente, llego a mi lugar de trabajo y me introduzco con pasos lentos; el suave olor a lavanda me inundó, al parecer, Hyunjin se encargó de limpiar y dejar todo el piso brillando, pues es lo que puedo ver tanto en el suelo como y en la vidriera, todo se veía bonito. Mi sonrisa aparece cuando lo veo sentado en mi lugar, es decir, en la mesa donde se encuentra al caja y donde atiendo a los clientes al momento de cobrarles, más no me preocupé porque el tenía el derecho de estar sentado allí, debido a que él también debe cobrar y hacer estas cosas cuando yo no esté, pero no tuve ni siquiera dudas de él cuando lo vi con sus hojas de estudio en su manos, mientras tenía su ceño fruncido y sus labios formaban un leve puchero.

-Buenas tardes, Hyunjin-saludo cuando ya me encontraba a una distancia aceptable.

-Hola Felix, ¿como has estado?-pregunta desde la misma posición que entré al local.

-Bien, ¿y tu?-dejo mi bolso por debajo de la mesa y vuelvo hacia él, pero ahora ya no estaba sentado en mi lugar, sino que ya se había levantado y comenzó a juntar sus hojas de psicología.

-Podría estar mejor.

Y con eso me hizo caer en cuenta del mensaje que me había mandado, "necesito que hablemos" por lo que me tensé un poco y me senté en la silla donde anteriormente estaba el.

-Am, ¿de qué querías hablar?-lo miro directo a los ojos, pero cuando él estuvo a punto de abrir su boca, clientes entraron al local, por lo que de inmediato alejó sus ojos de mi y se dirigió hacia la pareja que habían entrado.

No tuvimos la oportunidad de intercambiar palabras por el resto de la tarde, debido a que las siguientes horas el local literalmente estuvo llenisímo, la gente no paraba de entrar y estuvimos entre los dos atendiendo; él mostraba la ropa como yo tambien lo hacía; incluso le di el permiso de cobrar a los clientes que atienda debido a que yo me quedaba observando que no roben nada mientras al mismo tiempo atendía, sin mencionar que fué el día donde más ropa vendí y que hasta llegué al punto de maldecir porque el local quedó muy pequeño para tantas personas que habían adentro (habían personas que estaba haciendo cola para entrar a los probadores). Fué pocas horas pero mucho cansancio; ninguno de los dos parábamos un segundo que incluso me siento culpable de que Hyunjin no tuvo tiempo de estudiar, pero aceptó el trabajo, así que...