No cabe duda que eres una mierdecilla honesta, vaya, fue un golpe en la cara, sí, esperaba que tuvieras compasión de mí, pero tienes razón. Soy una mierda de persona que aleja a cualquiera que tenga buenas intenciones conmigo, todo lo destruyo, porque me da miedo dar todo lo bueno de mi y quedarme sin nada.
Me hiciste pensar y analizar, culpo a todos los demás de mis reacciones, cuando yo decidí ser así. Me impresionas.
Ni siquiera mi familia se atreve a decírmelo a la cara, ¿Por eso es más sencillo hablar con un completo desconocido? Vaya joda ¿No?
Me hace pensar en mi relación pasada, era una buena persona, tan dulce y complaciente, ni siquiera me esforcé, ¿Sabes? Me agradaba estar a su lado, pero ¿Para qué? Arruino todo lo bueno que hay en mi vida, me quejó mucho y hago muy poco.
Me interesa saber de ti, me gustaría que me dijeras quien eres y cómo fue que llegaste a pensar así.
La honestidad a veces duele, ¿Lo entiendes? Todos tenemos está necesidad de ser cuidados y amados, queremos siempre lo mejor, sin entender que no podemos controlar a los demás, vaya, hasta es casi imposible controlarnos a nosotros mismos, una necesidad de ser curados, cuando nosotros mismos seguimos repitiendo un patrón de daño.
¿Ves la ironía? Queremos que nos curen, pero cuando lo intentan nos aferramos al dolor.
Si te soy honesto, te odié, pensé ¿Quien es este estúpido y cómo se atreve a hablar así de mí? Porque claro que soy la víctima ¡A mí es a quien han herido! Me cuesta soltar el pasado ¿Estúpido? Lo soy, pero después de calmarme, tus palabras me parecieron más amables de lo que fueron al principio. Es difícil, me gusta ser el centro del universo.
PD. Deberíamos vernos un día ¿Sería bueno?
Atte. TH
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