CUATRO

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Después de que el rizado pasara toda la noche en el hospital, cuando eran las seis de la mañana lograron sacarlo de ahí

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Después de que el rizado pasara toda la noche en el hospital, cuando eran las seis de la mañana lograron sacarlo de ahí.

Lionel junto a Lozano tuvieron que comprar varios medicamentos para los cuidados que necesitaba el menor, incluso todo el equipo accedió ayudarlos para comprarle comida y evitar que Canelo se le acercara.

Estaban tratando con un peligroso delincuencia asesino, no podían dejar solo a Ochoa de nuevo, no de nuevo.

Al ver sido algo  que sucedió en la escuela, fue muy fácil que le dieran oportunidad al joven de no asistir, pues era muy claro que  no estaban en condiciones de presentarte.

Y para la tranquilidad de todos. Habían ido a buscar a Saúl hasta su casa llevándolo con la fiscalía, quieren lo iban a interrogar por el intento de asesinato en primer grado.

En todo ese tiempo que sería interrogado estaría encerrado en una celda tan asquerosa como él.

Lozano se dividía los días junto a Lionel para cuidar al menor.

Memo trataba de ser lo más dócil posible y no ser una completa carga para sus amigos. Aunque en su interior había deseado morir ese día, iba ser de la forma asquerosa pero al menor no estaría haciendo pasar por ese gran trabajo a su amigo y a su “enamorado”.

—En un momento vendrá Lionel. Yo tengo que hacer las compras, me acompañará Gallardo— Sonreía emocionado Chucky mientras se acomoda el cinturón del pantalón. Se acercó a Guillermo para dejarle un beso en la mejilla —Dijo Lio que te traería algo de comer igual se ofreció a ayudarte a duchar. Ya te dejé tu pijama lista en el baño. Por favor si quieres o necesitan algo llámame —

—Oh vamos Hirving, no soy un bebé para que me tengan que estar cuidando por todo — Se quejó el menor manteniendo la mirada—Sí, te llamaré si necesito algo — Le sonrió ligeramente.

Lozano sonrió suavemente y tomó su mochila para irse del departamento rápidamente.

Aprovecha que al fin estaba solo para poder levantarse con cuidado y quitarse la ropa. Ni loco dejaría que Messi lo mirara ducharse, de seguro le causaría asco al verlo como se encontraba.

Entró al baño tomando su toalla, se quitó las vendas que estaban en el vientre y brazos, suspiró hondo y encendió la regadera para empezar a ducharse con el agua tibia, ahora era más fácil lavarse el cabello. Por suerte Andrés se había ofrecido a cortarle el cabello de una forma adecuada y así no se veía tan horrible como solía mencionarse el mismo.

Jamás le había costado tanto ducharse solo, no podía agacharse ni siquiera un poco para enjabonarse las piernas, la punzada en su vientre lo hacía colocarse recto Inmediatamente.

Suspiró frustrado y terminó de ducharse. Se seca con cuidado el cuerpo para empezar a querer vestirse aunque antes de eso debía curarse.

—O-Oh ¡Auch!— Se quejó el menor tocándose el vientre lentamente colocando una crema para que no quedara una cicatriz terrible. Pero el solo hacer presión en aquella zona me dolía demasiado.

❝Labios Rotos; Messi y Ochoa(AU)❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora