CINCO

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Lionel junto a Memo habían quedado dormidos en la cama del rizado después de haber estado toda la tarde viendo la familia peluche.

Lio descansaba en el pecho del rizado quien solo sonreía avergonzado dándole suaves caricias con la mano al de cabello largo.

Se veía tan preciosos juntos. Eso lo podía jurar Lozano mientras estaba hablando con Gallardo en la sala animadamente.

Había llegado desde hace una hora pero al encontrar a los dos muchachos dormir cómodamente juntos y abrazados, no se atrevió a levantarlos.

Lio soltaba suaves ronquidos tratando de buscar un poco de calor abrazando a guillermo y tapando a ambos con las sábanas.

Era tan reconfortante estar juntos de esa forma.

Guillermo se removió ligeramente acariciando la espalda del argentino, quién levantó la mirada aún con los ojos entrecerrados. Se acercó dejándole un beso en el mentón al alto. Aunque en realidad era en los labios donde le quería brindar aquel beso y no lo logró. Pero sentir la piel suave del mayor con sus labios fue suficiente para seguir durmiendo calmado.

—Me dijeron que ese de Saúl está libre de nuevo — Comentó el moreno mirando la expresión que tenía Lozano al escucharlo— Lo sé. Yo igual estoy así —

—¿Cómo mierdas pueden dejarlo libre? Ese maldito casi mata a mi Guille, por dios. Que imbéciles son — Susurró asustado.

—Los padres de Saúl pagaron la fianza y la fiscalía como son unos regalados aceptaron, no podemos demandar ni nada, ellos ya dieron carpetazo al asunto. Debemos de cuidar a Guillermo y ahora a ese chico Argentino, de seguro lo querrá lastimar Canelo— Susurró Gallardo.

—¿Que hacemos ahora? — Se quejó el pelinegro asustado, sus manos ahora temblaban por los nervios que estaba conteniendo.

¿Por qué siempre había una mala noticia para todo?

¿Por qué eran ellos quienes tenían que recibirlas?
Los dos muchachos se encontraba bastante preocupados por las acciones que deberían tomar para proteger la vida de ambos muchachos que estaban ahí mismo; pero no tenían nada en mente para cuidarlos, los nervios eran demasiados como para pensar algo al instante.

Trataron de llamar a la fiscalía que era un terrible error el dejar libre a Saúl, pero estos con cinismo dijeron que tenían todo solucionado y que no debían preocuparse de lo que hiciera nada Saúl.

Claro que había que preocuparse, sabían que Saúl era muy violento, por el tiempo que había sido pareja de Guillermo lo sabían muy bien.

No fue solo una vez cuando el pobre Memo llegó al departamento casi desnudo lleno de golpe y uno que otro diente en la mano que el mismo Canelo le tiraba a puñetazos.

No querían volver a pasar por esa situación, Lozano no quería.

Le era demasiado doloroso ver a su amigo casi inconciente en sus brazos pidiendo por ayuda entre lágrimas.

❝Labios Rotos; Messi y Ochoa(AU)❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora