Donde Guillermo está tratando de superar a su antigua pareja Saúl Álvarez.
Tiene miedo a enamorarse de nuevo, es tan joven para tener miedo al amor.
Lionel quiero buscar a quien amar.
Quiere amar y ser amado.
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Universo Alternativo
Shipp: Lio...
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Podía jurar con su propia sangre que había dormido mejor que nunca.
Despertó sin ningún dolor en el cuerpo, todo se sentía animado, él estado de esa forma, volvía a sentirse feliz después de tantos años.
Lozano incluso se había impactado por el repentino cambio de humor que estaba teniendo el rizado, aunque esto no le enojaba ni nada. Le parecía bien ver al rizado en paz consigo mismo.
¿Cuánto podía durar esa tranquilidad para Guillermo?
¿Cuánto tiempo sería capaz de durar con esa sonrisa en el rostro?
Nada es para siempre, mucho menos una sonrisa en el rostro de alguien, es tan pasajero.
—¿Desayunaste,wey?—
—Hmm, sí. Me preparé dos huevitos revueltos y de ahí salí a correr un poco para no sentirme tan rígido en el entrenamiento —
— Mira que chingón, tenía mucho tiempo que no salías a correr por las mañanas —
—Lo sé, me había descuidado mucho—
Lozano estaba desayunando en la mesita del departamento mientras Ochoa estaba terminando de acomodarse y sentarse en el sofá a esperar que el Mayor terminara de comer.
—Que bien que estés entrenando. Se viene un juego contra los de la UNAM, así que entrena todo lo que tengas que entrenar para estar listo para ese día — Sonrió el mayor levantándose para lavar sus platos. Se seca las manos en la toalla de cocina que tenían en la mesa y sonrió ligeramente tomando su mochila —Vamonos—
Solo jaló su mochila para salir de la casa junto al pelinegro, sentía que algo le había picado y sedado de amor, el solo recordar los ojos del castaño sonreía sonrojado; Y así permaneció en todo el trayecto a la universidad, con la mente en las nubes imaginando lo lindo que sería estar con el castaño.
¿Cómo sería de novio? ¿Por qué estaba pensando en ser pareja de Lionel? Eso del amor no le venía muy bien a él, ¿Quién podría cambiar eso?
—Rulitos— Sonrió el argentino estando fuera de la facultad mirando a Hirving y Guillermo llegar caminando al lugar— Buenos días, ¿Cómo despertó el sol más hermoso de el mundo? —
—¿Luis Miguel? No. No sabemos ese ni estudia wey — contestó Hirving confundido.
—No, que gracioso que sos Hirving — soltó una risita el castaño mirando de nuevo al rizado, sintió sus mejillas arder —Me refiero a ti. ¿Que tal te sientes hoy? Veo un hermoso brillo en esos hermosos ojitos— Comentó con una sonrisa amigable.
—Ohh, que lindo que me consideres así Lio — Sonríe sonrojado caminando al lado del bajito — Estoy bien. ¿Y tú? — Preguntó con pena.
—Si el lindo chico de rulitos se siente bien, yo lo estoy igual — Le sonrió dándole una caricia en el rostro— Nos vemos al rato, cuídate hermoso, adoro ver tus rulos cada que vengo — Habló con ternura apresurando su paso para llegar a la primera clase.
