Donde Guillermo está tratando de superar a su antigua pareja Saúl Álvarez.
Tiene miedo a enamorarse de nuevo, es tan joven para tener miedo al amor.
Lionel quiero buscar a quien amar.
Quiere amar y ser amado.
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Universo Alternativo
Shipp: Lio...
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De verdad estaba cansado.
Miraba a su lindo Ochoa tratar de animarlo, pero no podía, el amargo dolor y enojo que sentía dentro suyo le estaba arruinando en silencio.
Los ojos no dejan de escurrir lágrimas.
Su corazón no deja de sentirse adolorido al mirar a su novio.
Se sentía completamente asqueroso.
Nada era su culpa, pero su cabeza lo hacía ver así.
—Abre la boquita amor — Sonrió suavemente Ochoa tomando un pedazo de su sandwich acercándolo a la boca del argentino.
—Ya estoy lleno amor — Susurró.
— Es solo un pedazo el que falta Lio, solo un pedazo y te dejo en paz, por favor — Sonrió suavemente el mayor.
—Bien, tú ganas rulitos — Sonrió apenado abriendo la boca de nuevo metiendo todo lo que quedaba del sándwich en la boca. Masticó hasta lograr tragar, miró al mexicano y sonrió — Listo amor—
—Bien, así me gusta — Besó sus labios con ternura levantándose de la cama e ir a la cocina a lavar el plato. Cuando volvió a la habitación notó que el argentino lo observaba con atención, eso lo hizo sonrojarse y le sonrió tiernamente—¿Pasa algo mi amor? — Le preguntó amablemente sentandose al lado de la cama, tomó la mano de Lionel dándole caricias.
—Sos el chico más lindo que han visto mis ojos — Susurró.
Guillermo le dedicó una suave sonrisa para acercarse y abrazarlo de forma delicada acariciando la espalda del menor lentamente.
—Tú también eres el chico más lindo que he visto, a pesar de que aveces no entiendo tus modismos, me encanta escucharlo cuando los dices — Sonrió acomodando el cabello del argentino.
—Yo tampoco llego a entender los tuyos, pero me encanta — Le contestó — Me encanta ver tus lindos ojitos hacerse rasgados cuando te reís, es lo más hermoso— Susurró — Adoro ver tus preciosos rulos crecer de nuevo —
— Te quiero, Lio —
—Yo también te quiero Guillermo. Perdoname por no ser un chico valiente y tener la culpa de lo aue ha pasado —
—Nosotros no tenemos la culpa de lo que ha pasado, jamás quisimos que eso ocurriera. Las personas son malas porqué así nacen, porqué son celosas o negativas— Explicó — Jamás fue culpa tuya de lo que te hizo tu papá, tampoco de lo que hizo Saúl, solo son monstruos que quieren aprovecharse de las personas de corazón noble y sensible como nosotros — Lo abraza con delicadeza acomodando al menor entre sus brazos dejándole un beso en la frente.
—¿El amor debe doler?— Preguntó apenado el argentino acariciando sus manos.
