Contando los días I (VANICA)

María y su pasión incontrolable...

Vanesa, últimos minutos en Lisboa: ya estaba por subir al auto bus, llegaré a eso de las 5:00 de la madrugada al pueblo, y me dará tiempo de ir a comprar unos croissants para el desayuno, me apetece darles esa sorpresa a Patricia y a Mónica, bueno sobre todo a Mónica, quiero comenzar con buen pie y mostrarle que también soy una tía que puede ir de verdad.

Madrugada en Castelo de Vide.

María: no podía dejar de pensar en Vanesa con esa chica en las termas, si no me entrometo, casi se besan, es cierto que tenía mi pareja, pero la verdad venía de muchos meses con ésta doble vida. Para Vane, sólo era diversión de un día, para mí se estaba convirtiendo en otra cosa, me había enamorado de ella, y en cualquier momento iba a dejar a Marcela con todo lo que eso implicaba ya qué teníamos una casa en común, y planes varios, además de familias amigas. Pero debía dar el paso, ésta misma madrugada lo haría, aprovechando qué estaba sola en casa y mi novia, estaba de viaje. Iría a por Vane para decirle toda la verdad. Ya tenía el plan en mente, me colaría por la ventana de la cocina y listo, la sorprendería con la declaración, haríamos el amor a rabiar todo el día como muchas veces y a Marcela, le dejaría claro que lo nuestro ya era historia pasada. Bastante fácil como lo pensaba, además ya era el momento, cuanto más esperara, más tiempo le daba a Vanesa para estar con otras, porque yo sabía que a ella le gustaba mucho disfrutar y salir , es decir una salida, una chica, como muchas veces me lo decía, el sexo sin culpa, es el sexo bueno mi vida!!!! y me lo decía jugando, pero era lo que se dedicaba a hacer. Y yo no estaba para aguantar más todo esto, porque ciertamente sentía que la amaba, que era mi persona en el mundo y ella lo debía saber ya mismo. Debía saber que había alguien en el mundo que podía arreglar su corazón herido. Así que sin demorar más con tanto pensamiento, salí de mi casa, con un ramo de flores en la mano, viendo que nadie me veía, entré por el patio de Paquita su vecina, el perro me conocía y no me ladró, así que salté , viendo que la ventana de la cocina estaba abierta como siempre, miré el reloj, ya eran las 5:14 de la madrugada, con tanta adrenalina mi corazón se me iba a salir por la boca, intenté no hacer ruido, hasta el momento iba sigilosa, pero con los nervios en el estómago. Logré entrar finalmente a la cocina, me dirigí al living, estaba oscuro, pero quería sorprenderla, me desnudé y recosté mi cuerpo en el sofá cama, no alcanzaba a ver su cara por la oscuridad, entonces me atreví y le dije " mi amor, aquí estoy, abrazándola, pero en un segundo escuché un grito aterrador y una mano que me empujó con fuerza y caí al piso, dando mi cabeza con la punta de la mesilla, así qué grité, soy María, mi amor, soy María!!!!! 

Mónica: pues yo no soy tu amor tía, qué haces? tú estás completamente loca!!! eres una irrespetuosa!!!  En segundos se encendió la luz y veo a Vanesa entrando con sus cosas por la puerta, a Patricia parada en pijama, y a María desnuda, en el suelo mirándome.

Vanesa:  ¡¡¡bueno, bueno, pero qué ha pasado? les he interrumpido algo??? mil perdones señoritas!!! no tienen nada que explicar, somos ya mayorcitas...jajja jjajaja así que sigan a lo suyo...

Mónica: Pero Vanesa, tú, tú, estás mal interpretando las cosas. Ésta niña es...es... me voy de aquí ahora mismo!!!. ( de una manera irracional, me puse a juntar mis cosas, realmente entre el susto qué me llevé, la bronca, y todo, estaba hecha un lío y además tenía sueño y eso para mí era terrible, me ponía de mal humor y sobre todo debía pensar claramente lo que estaba ocurriendo, antes de seguir hablando y empeorando todo, aunque creo peor no podían estar las cosas!!!).

María: hola mi amor, Vane!!! ( me tiré encima de Vanesa). 

Patricia: no se si aún estoy durmiendo, o desperté en una pesadilla!!! joder!!!