Poseí a la hija de la segunda protagonista fugitiva

93.

Capítulo 93.

Jakar y yo nos levantamos al mismo tiempo. Jakar colocó el bolígrafo que sostenía en el portalápices. Luego me miró y preguntó.

"¿Te gustaría venir conmigo también?"

A eso respondí.

"¡Seguro!"

* * *

El farmacéutico estaba en una casa en un bosque apartado.  Había guardias alrededor de la casa bajo estricta vigilancia.
Nos escondimos detrás de un arbusto.  Uno de los hombres de Jakar susurró en voz baja.

“La dama de honor de la princesa ha estado entrando y saliendo de ese lugar varias veces. Robé y abrí el equipaje de la doncella en el camino de regreso al palacio, pero estaba lleno de frascos de medicinas."

“Entonces es casi seguro.  ¿Cuántas personas están custodiando ese lugar?"

“Alrededor de 5 personas.”

Mientras que ahora éramos 10, incluidos Jakar y yo. Éramos superiores en números.
Me acerqué a Jakar. Jakar dejó escapar un pequeño suspiro y sacó una espada de su cintura y me la entregó.

“Esto es solo en caso de una emergencia. Úselo solo para defensa propia.  No quiero ser asesinado por Su Alteza.”

Sonreí y asentí.

En el momento en que Jakar llamó, todos corrieron hacia la escolta.  Regresé a la parte trasera del edificio mientras ellos peleaban.
Hubo un fuerte choque de espadas y gritos de dolor en el frente.  Y no mucho después, la puerta trasera se abrió.

El que abrió la puerta y apareció era un anciano canoso y un joven caballero.
El caballero levantó reflexivamente su espada, luego pareció sorprendido cuando me vio con un vestido.  Y luego su rostro se endureció.

“¿Pareces reconocerme?  ¿Dónde me has visto antes?"

Le apunté con mi espada.

"Entonces escoge.  ¿Me apuntarás con tu espada o liberarás en silencio al farmacéutico?"

Era difícil para alguien apuntarme con una espada a menos que supieran mi identidad.  Así que esto ya es una pelea a mi favor.

“Si me lastimo o muero aquí, la princesa nunca podrá arreglar esto.  ¿Tienes el cerebro para calcular tanto?"

Incliné la cabeza hacia un lado.

“Aléjate del farmacéutico.  Tampoco quiero lastimar a la gente de la princesa.”

El caballero no podía retroceder, pero tampoco podía cortarme.
Su mirada, que había estado rodando los ojos y pensando en ello, se volvió hacia el farmacéutico a su lado por un instante.  Al ver un destello repentino de determinación en sus ojos, salté directamente.

Kang!

Afortunadamente, la espada del caballero bloqueó al farmacéutico antes de que pudiera ser cortada.  Bloqueé los ataques uno tras otro de espaldas al farmacéutico.
Kang!  Kang!
El objetivo del caballero era acabar con la vida del farmacéutico, no la mía.

Si el farmacéutico vive y cae en mis manos, comprenderé los secretos de la princesa y las debilidades del rey.  Sabiendo eso, quería matar al farmacéutico a toda costa.

"¡Aaaaaaah!"

El problema era el farmacéutico.  Se asustó y comenzó a huir cuando podría haberse escondido en silencio detrás de mí.