Poseí a la hija de la segunda protagonista fugitiva

102.

Capítulo 102.

“Según el duque de Acanthus, la mina debe haber sido destruida con un pergamino mágico. Hay un hechizo de retardo de tiempo en el pergamino, pero debe ser una magia que es difícil de hacer para la mayoría de los magos. Escuché que solo hay un puñado de magos con ese nivel de habilidad. ¿Podría ser obra de alguien dentro del imperio?"

"Yo no sé … . Quizás."

“Tú, extrañamente, ¿no tienes la respuesta en este momento? ¿Acaso se acabó el dinero que te di la última vez?"

De repente, Jakar estalló en ira.

“¿Parezco una persona impulsada por el dinero? Si fuera ese tipo de persona, no habría ayudado a la princesa de esta manera. ¡Cómo ves a la gente!”

Me sorprendió un poco su reacción.
Soy muy consciente de que Jakar no me ayuda solo por dinero. Tal vez sea gracias a él por ayudarlo en su infancia.
Pero es cierto que le doy más dinero que otros.

"Ah bien. Si se acaba el dinero, no dudes en decírmelo... … .”

Decidí no molestarlo más, que hoy parecía muy sensible.
Después de que pasó un tiempo, Bell regresó. Bell me entregó una placa envuelta en un pañuelo.

"Maestra Ar, aquí estás".

"Buen trabajo en tu camino de regreso".

"De nada."

Bell sonrió y dijo.

“Cuando salía de la residencia del duque, vi venir al duque y al pequeño duque. Ambos llegaron temprano hoy."

“Lucas tuvo una audiencia con Su Majestad hoy. Decidimos discutir el asunto durante la cena juntos. Tengo que terminar esto e irme rápido."

Moví la placa e intenté descifrar el texto cifrado. También intenté envolverlo en papel y poner letras en los bordes en ángulo. Sin embargo, el texto cifrado no mostró signos de ser descifrado.

A medida que pasaba el tiempo y no se resolvía nada, los ojos de Jakar se volvieron cada vez más sospechosos. Bell también dijo: 'Oh, no creo que esto sea un poco... … .’ Empezó a mirarme con esta expresión.

Fue la mayor crisis de mi vida. He renacido como un mejor talento que otros trabajando como locos hasta ahora, pero ahora estoy a punto de perder toda la dignidad que he construido hasta ahora.

"bajo… … .”

Pero en el momento en que estaba a punto de rendirme porque no podía ver el camino, Bell abrió la boca.

"Ahora que lo pienso, esto se parece a los juegos que solía jugar cuando era niña".

"¿niña?"

“Solía dibujar estos patrones en el piso y jugar encima. Maestra Ar, ¿nunca has hecho algo como esto?"

“No, ¿qué estás diciendo?”

Bell señaló donde se juntan las líneas.

“Si una persona se para en el punto donde las líneas se unen así, otro grupo de niños ocupa ese lugar. Si los tomas todos, ganas”.

De hecho, nunca jugué ninguno de los juegos de los que hablaba Bell, porque los juegos entre niños nobles y plebeyos eran marcadamente diferentes. La única jugada superpuesta sería una pelea de bolas de nieve.