YA NO SIENTO NADA | CAMREN G!P

prologo; piadosos secretos

[reproducir: Thousand sounds - Talisco]

POV Lauren.

«Pasajeros con destino a San Agustín, Palm Coast, Daytona Beach y New Smyrna Beach, favor de abordar por puerta doce, andén veinticuatro, ya que el autobús está próximo a salir»

Escuché aquella voz femenina robotizada saliendo de los altoparlantes.

Mi cuerpo estaba inclinado hacia adelante, mis codos recargados en las rodillas y mis manos maltratadas sosteniendo tres pasajes sin regreso hasta New Smyrna Beach. Oak Hill era el destino final, sin embargo no habían viajes de autobús directos desde Jacksonville, aún así compré los pasajes al destino más cercano de aquel pueblecito.

Allí estaría Martha Jauregui, mi tía paterna, esperando por nosotros.

Miré a un costado de mi en aquellas frías bancas metálicas a los dos chicos que dormían ajenos a lo que les rodeaba, con la confianza de que su hermana mayor no los dejaría desprotegidos.

Chris apenas entraría a la preparatoria como junior, mientras que Taylor estaba por entrar al séptimo grado.

Era sencillamente demasiado pronto para que ellos estuvieran durmiendo en bancas de estaciones de autobuses y... huyendo.

Cerré mis ojos ante el pensamiento, intentando calmar mi angustia, entonces la voz de alto parlantes volvió a sonar como recordándome que no podía dejarme llevar por mis emociones aún, primero debía poner a salvo a mis pequeños.

Así que tomé las maletas en mis hombros y acaricié cariñosamente el rostro juvenil de mis hermanos despertándolos.

— Hora de irnos. —susurré cerca de sus cabezas para que ambos pudieran escucharme. Ultimamente tenían el sueño ligero y no era para menos...

Chris fue el primero en despertar, tallando sus ojos con sus manos se reincorporó y tomó su maleta deportiva y se la colgó al hombro al tiempo que zarandeaba ligeramente el hombro de Taylor quien aun luchaba con despertar; si no tuviera las manos ocupadas y no estuviera tan adolorida, tal vez incluso podría cargarla en brazos.

— Vamos, pequeña, es hora de subir al autobús. —le dije suavemente, ayudando a despertarla.

Taylor al fin se levantó medio dormida y prosiguió a seguirnos hacia el lugar donde aguardaba nuestro transporte.

Chris decidió tomar el asiento impar para dejar que Taylor se sintiera cómoda durmiendo a mi lado, no es que no lo quisiera sin embargo desde que nació ella y yo tuvimos una afinidad mas fuerte. Me consideraba la figura paterna del hombre que nunca pudo conocer.

Sentía un poco de pena por ella, no pudo admirarlo de la manera en la que yo y hasta cierto punto Chris pudimos, para mi no había nadie como él. Mientras otros niños querían ser como spider-man o Superman, yo quería ser como Michael Jauregui.