doce; en medio de la inconsciencia

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LAUREN POV

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LAUREN POV.

Es domingo y aunque podría estar tirada en la cama de me habitación contemplando la nada o en la playa ahogándome en cervezas con Saroch y Charlie, estaba aquí en el taller mecánico del Mayor Deschamp, aprendiendo a reparar una motocicleta Honda CMX 1100 de un tipo que vendría más tarde por ella.

Amaba las motos incluso más que los autos clásicos, así que poder ponerle las manos encima a una Honda y repararla era un sueño para mi.

— Entonces ¿Cómo estuvo el poema? —el Mayor preguntó mientras ambos estábamos agachados a la altura del motor de la moto, reparando una pequeña falla en él.

— No pude presentarlo. —suspiré pasándole una llave.

— ¿Hiciste un poema que no pudiste recitar? ¿Era tan malo? —bromeó el hombre mayor, riéndose de su propio chiste. Automáticamente le tiré el trapo sucio de aceite sobre la cara el cual retiró sin mayor problema y con gran tranquilidad, aun con esa sonrisa molesta.

— No, solo no pude porque tenía que entrenar para la pelea de exhibición. —expliqué.

— Menos mal, o iba a empezar a creer que te acobardaste.

— No soy una cobarde. —refuté inmediatamente y él asintió en silencio pareciendo satisfecho con mi respuesta inmediata.

Cuando iba a volver a hablar, un hombre con chaleco de cuero y barba de candado apareció en el taller, pisando fuerte con sus pesadas botas negras de motorista. Estaba lleno de tatuajes hasta el rostro, su cabello en mohicano solo dejaba ver en los costados de su craneo más tatuajes y podía apostar que en la parte que cubría el pelo había más.

— Entonces ¿Está lista? —su gruesa voz sonaba malhumorada. El mayor Deschamp se levantó y puso el trapo sucio sobre su hombro.

— Dame unos minutos más y te la entregaré como nueva. —sonrió simpáticamente, aunque había aprendido que cuanto más lo hacía menos le agradaba quien tenía delante.

— Bien. —gruñó el tipo dándose la vuelta y saliendo a la acera a encender un cigarrillo. Yo lo observé por unos segundos antes de volver a mi trabajo con el mayor.

Estaba bastante concentrada en mi tarea cuando la voz del tipo aterrador flotó a mis oídos desde la distancia, capturando mi atención.

— Lo sé, jefe. Solo tuve una avería con la moto, pero el cargamento está protegido, se lo prometo. — hablaba al teléfono con alguien más, su conversación solo podía interpretarse de una manera y no sonaba nada legal—. Don Benny, no se preocupe, estaré allí mañana por la mañana. —dijo apresuradamente y su voz ya no sonaba tan aterradora.

Mi sangre se heló cuando ese nombre salió de su boca y me hizo mirarlo a la distancia con mayor atención, intentando encontrar algo que lo relacionara con quien yo creía era el otro hombre al teléfono.

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⏰ Última actualización: Mar 20, 2023 ⏰

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