tres; complejo de salvador

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NARRADOR POV

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NARRADOR POV

Se podía escuchar la gotera del grifo corroído al fondo de aquella habitación mugrienta, la luz titilante que tenía un cortocircuito y hacía un ruido de chisporroteo cada vez que se encendía y apagaba, haciendo más tétrico aquel espacio si era posible.

En la cama mullida de la esquina de aquel lugar estaba una mujer castaña de ojos verdes, sentada observando a la puerta de hierro oxidado frente a ella.

Clara Jauregui había estado allí contando los remaches de aquella puerta por diez minutos desde que Benny le hizo su última visita para intimidarla por... Ya había perdido la cuenta de cuantas veces había visto aquel rostro duro y erosionado por los años y la mala vida.

Habían pasado dos días desde que todo había ocurrido... El abrupto momento en que el hermano pequeño de su difunto esposo casi secuestra a su hijos de no ser por ella y Lauren que lucharon lo mejor que pudieron; al final ella había quedado atrapada.

— Tu tío sabe del fideicomiso. —había dicho ella observando a su primogénita parpadear confundida mientras hacía la maleta que su madre la había ordenado preparar desde hacía una hora—. Es por eso que tenemos que irnos de aquí.

— Cada vez me cuesta más entender todo esto, no entiendo por qué el tío Benny nos persigue o siquiera quiere el dinero de papá. —Lauren metió otra prenda al bolso negro de lona con obvio disgusto—. Ya no soy una niña, mamá. También puedo ayudar. —la adolescente casi adulta la miró con insistencia sin embargo Clara solo se resignó a lo que le había prometido a su esposo.

— Solo necesito que empaques tus cosas, tus hermanos ya casi terminan con sus maletas y yo-

Un grito detuvo sus palabras, el grito de Taylor desde la planta baja.

— ¿Alguien en casa para recibir al tío Benny? ¿O solo está esta lindura? —ambas, madre e hija se miraron horrorizadas al reconocer aquella voz.

— Rápido, toma las maletas y ve al cuarto de Chris, prepara la escalera de emergencia de allí. —Clara tomó por los hombros a su hija—. Buscaré una manera de distraerlo en lo que Taylor sube y bajan por allí.

Lauren frunció el ceño, aquella ecuación no le cuadraba; 2 + 2 aquí daba 3 ¿Qué pasaba con su madre? ¿Cómo iba a escabullirse?

— No voy a dejarte atrás. —insistió la ojiverde sin embargo Clara no iba a dejar que lastimaran a sus hijos si podía evitarlo.

— No hay tiempo. —le entregó su propia maleta a Lauren—. Aquí está todo lo que necesitas, sigue el plan; New Smyrna, Martha. —asintió y antes de que Lauren pudiera seguir insistiendo la mujer bajó con su mejor cara de póker como si no se estuviera muriendo de miedo por dentro.

Después todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.

— Entonces, cuñada. —la voz particular de Benny Jauregui hizo a Clara volver de sus fríos recuerdos— ¿Al fin refrescaste tu mente?

YA NO SIENTO NADA | CAMREN G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora