una joven común un día lee una novela y se da cuenta de que siente pena por una extra Aris Horissen. nunca imagino que al despertar sería esa misma Aris Horissen ,sin embargo Aris no es la protagonista de la novela.
Aris se niega a casarse con el pr...
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"Duele". jadeó Aris. "pero no te detengas". A pesar de que Roy estaba teniendo mucho cuidado de entrar lentamente, todavía era increíblemente doloroso. Sin embargo, ella no quería que se detuviera ahora. Abriendo aún más las piernas, se acomodó en una posición que ayudaría a facilitar su entrada.
Con su hombría refrenada, el olor de ella parecía persistir en el lugar donde estaban unidos. Roy respiró hondo e inhaló el aroma único. Su longitud había entrado casi por completo, y parecía que el dolor que experimentaba Aris estaba disminuyendo lentamente. "¿Te duele mucho?" preguntó, dejando de empujar hacia adelante.
Aris negó con la cabeza en respuesta. Aunque la experiencia había sido dolorosa al principio, espiritualmente empezaba a sentirse plena. No quería olvidar este sentimiento.
"Te amo", confesó Roy, inclinándose y buscando sus labios.
Una sensación diferente a la anterior los llenó cuando sus lenguas se entrelazaron. Aris cerró los ojos y disfrutó de la sensación. Casi toda su virilidad estaba ahora envainada dentro de ella, y la enorme vara estaba soportando la presión ejercida por su estrecho pasaje. Roy estaba dispuesto y era capaz de poseerla bruscamente, pero contuvo su deseo con todas sus fuerzas. Instintivamente entendió que necesitaban tiempo, para que sus cuerpos pudieran adaptarse el uno al otro.
Cuando la tensión pareció disminuir un poco. preguntó: "¿Puedo moverme?"
Cuando Aris asintió, comenzó a mecerse lentamente de un lado a otro. Su virilidad rígida se movió más adentro y pinchó sus entrañas. Hurgando en su lugar más profundo y sagrado, reclamó su territorio. Gradualmente, sus movimientos comenzaron a ganar impulso. Descansando su mano en su cintura, sacudió su núcleo y comenzó a envainarse profundamente dentro de ella.
"¡Ah!" Aris jadeó y gimió.
Pronto buscó sus labios una vez más y ahogó sus gemidos cuando sus lenguas se encontraron. Cada vez que su ingle se frotaba contra su centro, el sonido claro de la fricción llenaba el aire. Un líquido caliente pronto se desbordó de donde estaban unidos. Aris sintió que se le subía a la cabeza una sensación que nunca había conocido.
"¡Arís!"
"¡Roy!"
Se llamaban febrilmente por sus nombres. Aris estaba extasiada por el placer que él le daba. A medida que aceleraba el paso, su nombre salía cada vez más de sus labios. Un calor quemó a través de su ser y se sintió arrastrada a las profundidades del placer.
"¡Ay, ay, ay!" Aris jadeó incontrolablemente, mientras la empujaba y la clavaba con creciente intensidad. Los dedos de sus pies se curvaron mientras todos sus sentidos se dirigían hacia su climax.
