una joven común un día lee una novela y se da cuenta de que siente pena por una extra Aris Horissen. nunca imagino que al despertar sería esa misma Aris Horissen ,sin embargo Aris no es la protagonista de la novela.
Aris se niega a casarse con el pr...
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"Exactamente", dijo Lucine lentamente. Quería estar segura de que Aris sabía en lo que se estaba metiendo. "¿Y estás bien con esto?"
"¿Yo?"
"Sí," Aris le sonrió brillantemente a Lucine. "Me gusta este hombre."
"Mi señora..."
"Me gusta este hombre lo suficiente como para casarme con él".
Antes de entrar en la novela y convertirse en Aris Horissen, tenía una enfermedad terminal. El cáncer se había extendido por todo su cuerpo, dejándola postrada en cama a una edad temprana. Quería pasar el resto de su vida haciendo lo que quisiera, por lo que comenzó a pasar la mayor parte de sus días leyendo novelas románticas. Pronto descubrió que muchos de los hombres de esas novelas eran sinvergüenzas que trataban horriblemente a las mujeres. Odiaba a los chicos malos. Todos los hombres con los que había salido habían terminado por romperle el corazón. Por eso, odiaba leer sobre hombres como ellos en sus novelas. Un día, se topó con esta novela en particular.
No era muy popular, pero era justo lo que había estado buscando. Era como si alguien hubiera tomado todo lo que ella quería en un romance y hubiera escrito un libro al respecto Por eso tuvo que terminar con el protagonista masculino; ella solo quería un final feliz.
Quería enviarle una carta para poder conocerlo. Esperaba que él pensara que ella era solo otra de sus admiradoras, ya que probablemente varias personas le escribían todos los días. También esperaba que él nunca les contestara a ninguno de ellos.
"Si tú lo dices", suspiró Lucine. Sabía que no había forma de hacer cambiar de opinión a su señora una vez que había tomado una decisión. Si le gustaba este hombre lo suficiente como para considerar casarse con él, no había nada que pudiera hacer al respecto. Suspirando, Lucine llamó a un joven desde fuera de la habitación y se lo presentó. "Es bueno guardando secretos y sabe defenderse. Debería estar bien para el trabajo".
El hombre estaba nervioso, sobre todo porque Lucine le había dicho que iría a hacer un recado personal para la joven señorita.
"¿Cuál es tu nombre?" preguntó Aris.
"Mi nombre es Hiun", respondió el hombre rápidamente. Su nombre le recordó a Aris a ese terrible príncipe heredero.
Dobló su carta y se la entregó a Hiun. "Llévele esto al Comandante Roy." instruyó.
"Sí, mi señora."
"No espere una respuesta", agregó. Hiun asintió.
"Debes mantener esto en secreto" dijo Lucine con gravedad. Hiun vio la mirada helada en sus ojos e inclinó la cabeza dócilmente. Lucine era la doncella personal de la joven señorita, y podía convertir la vida de cualquier otro empleado en un infierno si quería. La residencia Horissen era un lugar excepcionalmente agradable para trabajar, y nadie quería arruinarlo por sí mismo.
