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Matías dormía a upa mío mientras yo revisaba informes de ventas y cuentas, sentía la vibración de su respiración y eso me mataba de amor, parecía un gatito ronroneando. Tomás entró a mi oficina con Mauro dormido en sus brazos, lo dejó en un sillón y se vino a sentar conmigo.

— C.r.o: veo que alguien no durmió bien ayer —susurro y me reí— tenemos la Junta en quince minutos

— D: te juro que me lo llevaría conmigo así —dije— me da una paz verlo dormir

— C.r.o: me pasa lo mismo con Mauro, quiero abrazarlo y no soltarlo nunca —sonrió—

Acomode a Matías en un sillón y salí con Tomás.

[...]

Ecko.

Abrí los ojos confundido al escuchar un llantito, Mauro lloraba echó bolita en el sillón enfrente mío, asustado me levanté y trate de calmarlo pero no resultaba.
Iba a ir a buscar a Tomás pero me agarró del brazo y me pidió que no me fuera, así que ahora estaba abrazando al pibe que me cae mal.

— L: soñe feo —susurro— no me gusta

— E: esta bien —dije— fue solo un sueño, ya pasó

— L: ¿te quedas conmigo? —preguntó y asenti— abrazame

— E: ¿algo más? —pregunté y sonrió—

— L: podes hacerme mimos, me haría sentir mejor —sonrió—


𝙂𝙊𝙇𝘿 𝘼𝙉𝘿 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 - ducko [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora