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Estábamos en el avión rumbo a Miami, los asientos en primera clase eran una especie de habitación, los asientos se convertían en cama matrimonial y había una tele por lo que estábamos muy cómodos, esta era la primera vez de Matías en un avión y lo notaba un poco callado, en la mañana había estado lo más bien, incluso jugó a modelarme algunos sets de lencería que se compró. Ahora parecía una estatua mirando a la azafata explicar las medidas de seguridad, finalmente el avión comenzo a ascender y ahí entendí perfectamente lo que le pasaba, estaba aterrado, se aferraba con ambas manos al asiento y cerraba los ojos con fuerza.

— D: tranquilo amor —susurre dándole la mano, se agarró a mi brazo y se pegó a mi lo más que le permitía el cinturón— ya está bebé, esta todo bien, no va a pasar nada malo

— E: me quiero bajar —sollozo— Mau

No podía verlo así, seguí mimandolo hasta que la azafata indicó que ya podíamos movernos libremente en el avión, me levanté y saqué una bolsita de mi bolso, suspiro y pensé en como proponerle esto a Matías sin que se ofenda.
Hace bastante tiempo note lo mucho que se Matías lo tranquiliza chupar algo, sacando de lado completamente lo sexual, se queda embobado hasta el punto casi de dormirse, investigue un poco y descubrí lo que era la fijación oral, y coincidía bastante con lo que le pasaba a Ignacio.

— D: ¿mejor? —pregunté y asintió finalmente abriendo los ojitos— te compre algo que tal vez sirva para que te relajes

𝙂𝙊𝙇𝘿 𝘼𝙉𝘿 𝙍𝙊𝙎𝙀𝙎 - ducko [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora