Capitulo 10.

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— ¡Vaya! Que vista —Xue ChengMei asintió y tarareó de acuerdo para sí— Xiao Gege ha entrenado muy, muy duro. —Sonrio con un toque malvado, y al fin levanto su vista a su rostro.

La sonrisa de Xiao XingChen se congeló.

Xue ChengMei reflexionó un poco antes de decir: — Muy bien, dejare esto aquí, puedes tomarte tu tiempo.

Xiao XingChen asintió avergonzado y agregó: — Gracias.

Xue ChengMei se fue por su propia voluntad y respondió: — No hay necesidad.

Xiao XingChen observo la ropa limpia junto con una toalla celeste apagada que dejo Xue ChengMei. Suspiro un par de veces antes de cerrar la puerta y darse una ducha. Fue un poco extraño no tener un calefactor, pero le restó importancia.

Cuando se cambió de ropa se sorprendió de lo bien que se veía, a pesar de no ser su estilo. También tenía la sospecha que esas prendas no se habían usado en mucho tiempo, tal vez preguntaría más tarde.

Cuando salió del baño, Xue ChengMei, no estaba a la vista. Por lo que se detuvo unos segundos sin saber que podría hacer. ¿Continuaría en su baño?

Xiao XingChen— ¿ChengMei? —Llamo.

— ¡Aquí!

Xiao XingChen trago visiblemente, antes de moverse una vez más y caminar hacia donde escucho el tono— ¿Está bien que entre...? —dijo en voz baja, fuera de la puerta.

— ¿Eres idiota? ¿Por qué estaría mal?

Xiao XingChen se sonrojó, no estaba 100% seguro de que Xue ChengMei hubiera estado al tanto de aquello que estaba mal. Principalmente el hecho de quedarse en la casa de su pareja sin conocer al menos uno de sus padres con anticipación. Y más ahora, al ver la apariencia hogareña de la persona delante de él. Una camisa negra un poco ancha con el estampando de una caricatura (Que si Xue Yang se enterara de lo que dijo lo aniquilaría en una pelea verbal) y un ancho pantalón de cuadros, e incluso su cabello atado en una media coleta muy diferente a su habitual alta coleta.

Xiao XingChen aturdido dijo en voz muy baja, pero respondió de todos modos— Entonces espero que no te moleste.

— ¿Bien? —Luego se adentró al cuarto, realmente Xiao XingChen no quería irse, trataba de postergar su ida. Entonces noto el gesto de Xue ChengMei indicándole que se adentrara.

Con algo de nerviosismo encima de él, hizo caso omiso.

Un aluvión de tranquilidad llenó a Xiao XingChen; los tonos claros resaltaban desde las paredes de esa habitación, el constante giro de algunas pequeñas maquinas allí lo sorprendió, las agudas caídas de un simple chorro de agua en una fuente pequeña, y el terrario resaltaba en ese lugar.

Sinceramente nunca espero eso.

Esta era la razón por la que Xiao XingChen se atrevió a poner un pie para conocer a Xue ChengMei, había tantas cosas desconocidas de esa persona para él. Sin embargo, eso le gusto, conocer pequeños detalles, defectos, risas e incluso ese leve ceño fruncido, fue una hermosa sensación que nacía de su pecho.

Había muchas cosas en esa habitación que inundaban los sentidos de Xiao XingChen y sin embargo la suave risa que venía de su lado barría todo lo que le rodeaba como si fuera una fuerte ventisca de nieve alejándolo de todo, llevándolo hacia donde deseaba que fuera.

—Apuesto a que jamás pensaste en encontrar algo como esto, ¿Verdad? —Preguntó Xue ChengMei, con la sonrisa aún en sus labios.

Xiao XingChen no podía quitar sus ojos de esa sonrisa llena de tranquilidad, apenas vista desde esos días que ha estado allí.

Tomboy -XiaoXue-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora