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Mina estaba impaciente, estaba sentada afuera del consultorio, tenía miedo de lo que podría pasar.

Nayeon había entrado en labor de parto, su fuente se había roto y básicamente Mina estalló en nerviosismo.

Cómo pudo, tomó a su Omega en brazos y la subió al auto, condujo como loca por toda la ciudad buscando un hospital mientras Nayeon solo jadeaba o gritaba por los dolores del parto.

Al llegar al primer hospital que encontró, de inmediato varias enfermeras y médicos se acercaron a la pareja y se llevaron a Nayeon en una camilla.

Dejaron que Mina tomara un poco de agua para calmarse y la hicieron sentarse en una de las bancas de afuera del consultorio.

Mina quería entrar y mimar a su Omega, escuchaba sus gritos desgarradores por todo el pasillo. Mina tenía miedo.

Varios miedos se apoderaron de la Alfa de mechones rosa, ¿Y si sus cachorros no sobrevivían?, ¿Y si Nayeon no sobrevivía?, ¿Y si ninguno sobrevivía y Mina se quedaba sola?

Literalmente los ojos de Mina se fueron adornando por lágrimas, quería a su Omega y a sus cachorros junto a ella, quería a su familia.

—Cachorra, cálmate, todo va a salir bien.—Dijo Seungwan acariciando el hombro de su hija.

—Mamá... Y-yo quiero que t-todo salga b-bien.—Dijo Mina comenzando a hipar.

Seungwan había llegado primero, Mina había avisado a sus madres y a las madres de Nayeon que la Omega había iniciado labor de parto.

Le había pedido a la madre Omega de Nayeon que trajera ropa para Nayeon y para los cachorros, Mina no había traído nada, prefirió sacar a su Omega que a empacar la pañalera y ropa extra para Nayeon.

—Cachorra, todo va a salir bien, sabes que el presentimiento maternal es el mejor de todos. Y te lo aseguro yo.—Seungwan abrazó a su hija.

Mina solo dejó que su madre utilizara sus feromonas para calmarla, estaba demasiado angustiada...

—Tranquila cachorra, todo va a salir de maravilla, Nayeon y los pequeños son muy fuertes.—Dijo Seungwan acostando a la Alfa en su regazo y acariciando su cabello.

Mina no dijo nada y solo dejó que su madre la relajara, Seungwan siempre fue tan especial con su cachorra mayor, tal vez sea porque la pequeña Minjeong aún le falta crecer para tener todos esos sentimientos que Mina está teniendo. Mina fue el mejor regalo que Taeyeon pudo darle a ella.

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Myoui se había quedado dormida en el regazo de su madre, lloró otro poco y después simplemente se rindió y cayó dormida.

No fueron sueños lindos los que tuvo, tuvo pesadillas con todos los peores escenarios que su mente podría darle.

Tuvo horribles pesadillas con funerales, uno era de su Omega, otro era de sus cachorros, y el peor, según Mina, el funeral de Nayeon y sus cachorros.

En todas esas pesadillas, Mina terminaba devastada, sentía que lo había perdido todo.

Incluso tuvo continuación cada pesadilla, en la muerte de los cachorros, Nayeon se divorciaba de Mina y se iba lejos de esta.

En la muerte de Nayeon, sus cachorros la odiaban por no haber salvado a su mamá, y no querían estar cerca de Mina.

Y en la última siempre fue la peor, después del funeral de los cachorros y de Nayeon, Mina simplemente no soportó el hecho de que su familia haya muerto. Así que en esa pesadilla, si no pudieron estar juntas en tierra, lo harían en muerte. Mina se había suicidado en esa horrible pesadilla.

Incluso despertó de golpe y con lágrimas en los ojos, vio a sus suegras y a sus madres sentadas en las sillas, Seungwan aún la tenía recostada en sus muslos y a pesar de haberse levantado de golpe, aún seguía acariciando sus mechones rosa.

—¿Tuviste pesadillas, cachorra?—Dijo Seungwan viendo a su hija respirar con dificultad.

—S-sí, mamá.—Mina trataba de recuperar lentamente su respiración.

—Bien, cachorra, ya es hora de la gran noticia.—Dijo Seungwan emocionada.

—¿Noticia?—Habló Mina viendo confundida a su madre Omega.

—Cachorra, felicidades, ya no eres tan cachorra después de todo. Tus pequeños ya nacieron.—Dijo Taeyeon uniéndose a la conversación y tocando uno de los hombros de su hija.

Mina abrió sus ojos, ¿Sus cachorros ya habían nacido?, ¿Cómo estarán ellos y Nayeon?

Sus nervios fueron creciendo más y más, tanto la pareja Myoui y la pareja Im alentaron a Mina a entrar a la habitación. Hace veinte minutos habían nacido los cachorros de Im Nayeon y Myoui Mina.

Ninguna quiso despertar a Mina, querían que se calmara un poco, y ahora que la veían, por fin estaba un poco calmada.

Mina simplemente se acercó a paso lento hasta la puerta del consultorio, básicamente una sala de partos.

Asomó su cabeza y vio lo más hermoso que la vida le había dado. Sus pesadillas no habían sido para nada reales.

Nayeon estaba con una sonrisa en su rostro, viendo tan enamorada a los tres pequeños en su pecho.

Dos cachorros estaban peleando por amamantar uno de los pezones de Nayeon, mientras el otro bebía pacíficamente del pezón libre de Nayeon.

Y Mina estalló nuevamente en lágrimas, esta vez eran lágrimas de felicidad.

Todo había salido de maravilla, ni Maye ni los cachorros habían sufrido ningún daño o peor, habían muerto.

Su madre tenía razón, todo iba a salir bien y de hecho, todo salió bien.

Luego Nayeon se fijó que la Alfa estaba viéndola, la invitó a pasar y Mina rápidamente se acercó a su familia.

La hermosa familia Myoui.

sweet alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora