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Al día siguiente ambas llegaban tomadas de la mano a la universidad, varias y varios Alfas miraron con recelo la escena, ¿Por qué la Alfa Omega iba de la mano con la pequeña y tierna Im Nayeon?

Previamente, cuando ambas llegaron de su cita, las madres de Nayeon felicitaron a la reciente pareja, les desearon lo mejor para ambas y obviamente, Seulgi amenazó lo suficiente a Mina para que nada le pasara a su cachorra.

Volviendo al instituto, la Alfa y la Omega iban caminando hacia sus casilleros, obviamente seguían tomadas de la mano.

Y claro, no faltaron las críticas de las demás personas, ¿Esa Alfa que parecía una Omega tenía algo con la Omega más codiciada entre los Alfas?

¿Por qué la Omega tenía una marca?, ¿Acaso algún Alfa ya había marcado su territorio?, Esas eran las preguntas constantes que se escuchaban por dónde iba la pareja.

—Hey, ustedes.—Llamó la atención un Alfa, acercándose a la pareja.

—Oh, hola Nicha, ¿Se te ofrece algo?—Dijo Mina con una sonrisa.

—Solo quería preguntar, ¿Quién ya marcó a mi Omega?, Para enseñarle a qué con el territorio Yontararak no se juega.—Dijo Nicha apretando sus puños y mirando a ambas.

Nicha obviamente no sospecharía de Mina, aquella Alfa color rosa le daba aires de ser una Alfa bottom, qué equivocado estaba.

—¿Per-perdón?—Dijo la Omega sintiéndose intimidada.

Mina notó que su Omega empezaba a preocuparse, puso a Nayeon detrás de ella y empezó a gruñir, nadie se iba a meter con su Omega nunca más.

—¿Y tú, qué, Alfa Omega?, ¿Estás protegiendo a tu amiguita?—Dijo Nicha en forma de burla.

—Para tu información, "mi amiguita" realmente es mi Omega, así que te pido amablemente que no vuelvas a hacer un comentario así al respecto.—Dijo Mina liberando feromonas para tranquilizar a la Omega.

—¿Tú y mi dulce Bunny?, ¡Já!, Una Alfa como tú, lo único que atrae serían otros Alfas, eres tan pasiva que se te nota.—Dijo Nicha empujando a Mina.

—No soy ninguna pasiva, así como dices, soy una Alfa, y respeto a los Alfas que decidieron llevar su vida como Bottoms, pero no soy de esos. Ya tengo planeado mi futuro con Nayeon y vamos a tener cachorros.—Informó Mina viendo molesta a Nicha.

—¿Pero quién los va a tener, tú o Nayeon?—Dijo Nicha aun viendo a Mina con burla.

—Obviamente, mi dulce Omega, pero a todo esto, ¿A ti qué te importa, Nicha Yontararak?—Dijo Mina viendo más y más molesta a la otra Alfa.

—Me importa demasiado, ¿Sabes qué pasa cuando te metes con lo de Nicha Yontararak?—Habló la Alfa apretando sus puños.

—Mira Nicha, te pido amablemente que dejes de decir que Nayeon es de tu propiedad, de hecho, Nayeon no es un objeto, ella es libre de elegir con quién quiere estar.—Habló Mina abrazando a Nayeon.

—Maldita sea Myoui Mina, nadie se va a creer que Nayeon es tu Omega.—Dijo Nicha estallando en risa.

Mina era muy pacífica, pero si odiaba algo era que en este preciso momento alguien se estuviera metiendo en su relación con su Omega.

La Alfa tomó del cuello a Nicha y le dejó en claro las cosas.

—Mira maldita imbécil, quiero que te quede claro que a mi Omega y a mí nadie nos va a molestar, ¿Te quedó claro o tengo que apretar más tu cuello?—Dijo Mina literalmente levantando a la contraria. 

Nicha solo asintió de miedo, luego de que Mina la dejara caer se levantó y se fue corriendo de ahí.

Tanto Mina y Nayeon quedaron impresionadas, ¿De dónde habrá sacado tanta fuerza Myoui?

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Mina y Nayeon habían organizado una cena familiar, esta vez era la unión de dos familias. La familia Myoui y la familia Im.

Mientras las Alfas de ambas familias platicaban en la sala, las Omegas de ambas Alfas estaban preparando la comida, ambas Omegas habían insistido a Mina y a Nayeon que no cocinaran ellas, que disfrutaran de estar juntas y que ellas se encargarían de hacer la cena.

A Mina y a Nayeon no les quedó más de otra que aceptar la petición de sus madres, así que ellas simplemente subieron a la habitación de Nayeon.

Si algo amaba Mina, aparte de Nayeon, era el cuarto de la Omega, paredes pintadas de rosa pastel, posters, peluches y figuritas de acción por doquier. Era una habitación perfecta.

Ambas se habían recostado en la cama, Mina primero y encima de ella, su pequeña Omega oliendo el aroma que la Alfa desprendía en ese momento.

—¿Amas tanto mi aroma, amor?—Preguntó Mina acariciando la cabellera de Nayeon.

—Sí, Mimi, es el mejor aroma de todos, lo amo tanto que quiero oler este aroma todos los días.—Dijo la Omega oliendo el aroma de su Alfa, pasaba su naricita por todo el pecho de esta.

—Y yo amo que estés encima de mí, pequeña, amo que yo te guste.—Dijo la Alfa acercándose cómo pudo a la cabecita de la Omega, plantando un besito en esta.

Nayeon solo se aferró más a aquella Alfa, una Alfa que se había vuelto demasiado importante para la pequeña Omega.

Mina y Nayeon siempre hacían lo posible para demostrar cuánto amor tenían para dar, y eso hacían.

Las dos llenaban el día de la otra con demasiado amor y muchos mimos, incluso sus mismas madres ya estaban muy cansadas de ver todos esos dulces y empalagosos momentos entre la Alfa y la Omega.

Pero no podían hacer nada, ambas se amaban demasiado y no querían que ellas dejaran de demostrar su amor.

sweet alphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora