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Suelto el humo que hace unos segundos estaba en mis pulmones, mientras muevo la lapicera de un lado al otro con cierta ansiedad, ya que hace al menos dos horas estaba encerrado en el estudio y no me salía una puta barra buena, y me resultaba tan raro, ya que siempre salían rápido y con mucha frescura, incluso de un freestyle, pero simplemente estaba en blanco y aunque intentará no me sale nada con coherencia.
Bufo ya podrido de esto, mientras le doy otra seca al porro a ver si eso me ayuda, pero tan solo parece cagar mas la situación. A veces me dan ganas de estar limpio de esta mierda, pero de tan solo imaginarme sin esto me dan ganas de vomitar. Me creía incapaz de ser Duki si no me drogo y realmente me daría asco ser Mauro.
Pero de repente me empecé a cuestionar y esa pregunta que hace unas noches me hicieron apareció, junto con esos ojos claros que aún me siguen pareciendo los más piola que alguna vez vi.
¿Por que me drogaba?
Si a Alma le pagaran por hacer preguntas que no debía seguro estaría forrada en guita, pero no pasa eso, así que sigue aconsejando a pibes para que salgan de la droga como si fuera una clase de asociación rara. Negué con la cabeza mientras recordaba la primera vez que me drogue, y quizás me da un poco de pena recordar que solo era un pibe que por amor no sabia donde se estaba metiendo, y menos que después de grande no iba a querer salir de ahí.
Básicamente el amor te arruina y el porro siempre me lo recordaría.
Pero mi bocho se va para otro lado cuando escucho el sonido de la puerta y apareció quien menos espere, ya que realmente creí que sería uno de los pibes, pero no fue así.
—Hola, Mau—saludo con una preocupante alegría. ¿Siempre sonreía?
—Hola, Alma—conteste serio ya que todavía estaba estresado por que no me salía nada.
Ella pareció notar mi mal humor y se puso incomoda sin saber a donde meterse, cosa que hizo que inevitablemente sonría, ya que era demasiado gracioso ver como empezaba a mirar para todos los lados menos para el mío, y empezaba a decir boludeces con tal de poder irse rápido.
—Perdón, estoy re fastidioso por que no me sale ni un verso—fui sincero interrumpiendo su historia sobre que buscaba a un hámster y por eso había terminado acá, pero estoy seguro que fue por los pibes.
Ella se queda en su lugar mirándome con esos ojos grandes que tiene y que siempre parecen brillar y automáticamente sonrió. Me parece re loco el hecho de que jamás la vi enojada o incluso triste, siempre estaba sonriendo y viéndole un lado bueno a esta poronga de vida, y no se si es muy boluda o demasiado buena.
—Yo te puedo ayudar con eso—se acerco sin siquiera preguntar y se sentó al lado mío. Bueno, también es confianzuda.
Me río al ver como agarra las hojas llenas de tachones que están arriba de la mesita y frunce el ceño. Si, era un desastre cuando escribía, pero yo me entendía.
Inevitablemente mientras ella agarra mi lapicera me río, por que me parecía imposible que alguien como ella pudiera escribir algo parecido a lo que sin mis letras. Ella era demasiado sana para la vida que relato en mis canciones, que aunque son la más pura verdad, puedo entender que no son del gusto de todos.
De igual manera me parecía raro que alguien me ayude a escribir, siempre lo hice solo o como mucho en conjunto pero dentro de un freestyle, nunca más que eso. Era la primera vez que escribía con alguien más y jamás imagine que seria con Alma, la cual se muerde el labio mientras piensa y analiza lo poco que tengo escrito para saber a donde llevar esto, pero realmente no era mucho.
—Alma, no hace falta que...
Me quedo callado cuando ella termina de escribir y me revolea las hojas en la cara casi, haciendo que la mire cómo si le faltaran varios jugadores.
—Perdón, fue la emoción—se río bajito y yo solo negué mientras leía lo que había escrito.
"Ya no Ya no voy a dejar que me mientas en la cara Y después vengas y me pidas perdón No voy a llamarte a la seis de la mañana Culpa de esas pastillas con el alcohol, fuck love Ya no estamos pa' ida y vuelta, esa mierda nos afecta Sad boy, sad boy"
Me quedé mirando esas barras que salieron tan rápido de ella y que estoy seguro que se esforzó por hacerlas a mi estilo, por que veía que había tachado varias palabras parecidas abajo de lo que me entregó y realmente me sorprendió.
—¿Qué te parece?—me pregunto algo nerviosa y a mi me causó ternura su sonrisa.
Yo simplemente le robe la lapicera y me puse a terminarla haciendo que escuche una risa de su parte. Creo que entendió a la perfección que me gustó y que me inspiró para seguir.
La verdad jamás imagine que pudiera ayudarme, pero resultó ser alta sorpresa.
Alma parece que siempre llega cuando más se la necesita y eso solo me demuestra que es muy buena amiga, y que aunque sea media densa y algo escandalosa, todo lo hace con amor y con la pura intención de ayudar a los demás.
Y aunque agradezco su ayuda seguiré tomando distancia como siempre lo hice, ya que relacionarse conmigo no trae nada bueno.
Alma no tiene que soportar el desastre que soy. --------------------------------------------------- Holis, la verdad no tengo mucho que decir más que Alma me da mucha ternura :)
