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Todo mi alrededor da vueltas, quizás por miedo, carencia, idiotez o droga, tal vez son todas haciéndome solamente peor, y aun mas sabiendo que todos están ahí abajo hablando sobre lo que paso hace tan solo unas horas, y es que esta vez realmente la cague, y deshice todo pequeño avance. Me había zarpado en droga una vez mas, pero esta fue diferente, ya que casi no la cuento. Me metí tanta droga que estuve al borde de una sobredosis, y es irónico, que abajo mi vieja esta llorando preocupada por mi bienestar y ahora mismo un porro en la mano esta viajando a mis labios. No aprendo mas.
Se que debería preocuparme mas por mi y por mi salud, ya que esto no solo me esta afectando a mi, pero siento que no puedo y tengo miedo, realmente lo tengo, pero me duele romper a quienes mas quiero solo por no intentarlo. Quizás hoy entiendo que a veces, por mas que uno no quiera hay que dejar que intervengan, ya que termine muy mal solo por estar negado a creer que no puedo.
Hoy tal vez luego de tanto sufrimiento puedo entender las palabras de Alma, que solo me recuerdan que con ella fue lo mas cercano a salir de la droga, por que aunque esta existía en mi sistema solo con ella sentía esa paz que ni la droga me podía proporcionar. Alma fue la única que creyó en mi cuando ni siquiera yo lo hacia, y supo ver una peculiar belleza en la persona que mas grietas tenia.
Alma me amo y aprecio de la misma forma que yo a mi droga y a mi dolor.
Y quizás en un delirio o gracias a las sustancias en mis venas saque mi celular y entre mis contactos, busque el que decía "angelito" y sin pensarlo mucho llame. Pasaron los tonos y cuando lo creí todo perdido una voz preocupada y algo adormilada contesto alegrándome el corazón.
—¿Mauro, paso algo?—preguntó algo alterada quizás por la rareza de mi llamada.
Alma, aun te preocupas por mi después de lo que te dije, y eso solo me confirma que alguien debe de cuidarte de este mundo lleno de personas malas como yo.
—¿Qué no paso?—pregunte con una risa seca—se que es muy tarde, pero solo quería pedirte perdón por todo lo que te dije, se que fui un pelotudo y realmente me arrepiento. Se que me querías ayudar, solo que tengo miedo, Almi.
Respondí sin saber por que estaba abriendo mi corazón de esa menera, pero era Alma, sabia que ella nunca soltaría la mano de nadie y lo supe cuando volvió a hablar. Solo escucharla a través de un celular me tranquiliza.
—Esta bien, Mau. Entiendo por completo, se que es difícil y que pansas que no vas a poder, pero yo confió en vos.
Dijo lo que jamás escuche y siempre necesite, ya que el simple hecho de que creyera en mi era algo que me animaba a seguir.
—¿Por que le dijiste que no a mi ayuda?
—Porque amo esto—le respondí y es que realmente lo hacia. En el fondo amaba a mis vicios.
—¿Por que elegir el dolor?—pregunto sin entender nada, ya que ella tenia bien en claro lo infeliz que esto me hacia.
—Porque soy honesto.
Era la verdad, me había forzado a querer a mis vicios y a mi dolor para que no me lastimaran tanto. Ame a la droga para fingir que ella me hacia feliz, cuando solo me estaba matando. Quizás la droga se había vuelto como un amor y eso que siempre intentaba evitarlos.
—Pero prometo que hoy esto se termina, ya no van a haber mas miedos ni mas nada—le prometí, mientras apagaba el porro al que solo le di una calada por concentrarme en la voz de ella—Gracias a vos, Alma, voy a intentarlo y te debo la vida por esto.
—No digas eso, yo solo quería ayudar y realmente no sabes lo feliz que me hace que quieras intentarlo—contesto como si hubiera ganado la lotería, cuando solo consiguió que un pibe lleno de miedos se anime a superar su mayor trauma.
—Después de casi morirme hoy por la droga, quizás me entro en la cabeza que realmente esto me esta haciendo mierda—y cuando escuche silencio del otro lado sabia que la había cagado. Ella no debió escuchar eso.
Perdón, Alma, ya sabes que soy un desastre y que aun intento repararme, pero perdí muchas piezas por el camino.
—¿Dónde carajos estas?—pregunto y alce las cejas. Creo que es la primera vez que la escucho putear.
—No lo sé, lo siento—reí intentando suavizar la situación pero pareció peor.
—Mauro...—se le quebró la voz y a mi el corazón.
—Estoy bien, ya fue, no te preocupes—conteste cansando y en el fondo arrepintiéndome de esto—solo quería agradecerte y pedirte perdón por llevarte a mi caos, sin embargo, lo lograste. Juro que voy a intentarlo, Alma, y espero algún día darte la paz que vos me das, por que créeme, que no se compara a la poca que yo hoy puedo dar.
Sonreí por ultima vez y me despedí, aunque en el fondo sabía que Alma no se rendía tan fácil y tampoco se si lo quería.
—Chau, Almi. Cuídate mucho, por favor.
Pedí aunque realmente quería cuidarla yo pero ni siquiera podía cuidar de mi. Y sin esperar respuesta le corte entre suspiros.
Alma, juro que lo voy a intentar e intentare brillar para quizás ver lo que vos ves en mi.
Y ojala nunca mas pienses que sos rara por que sos simplemente extraordinaria, y solo mereces quien haga brillar aquellos lindos ojos oceánicos que tan loco me vuelven. ------------------------------------------------------------ Holis, gente, esto se está por terminar, deben de quedar uno o dos caps y realmente no se que hacer con estos dos, solo se que los quiero mucho <3
Pd: me tomo este espacio para agradecerles los votos y comentarios, no saben lo feliz que me hace que les guste como escribo, y aunque hago historias muy imperfectas me alegra que les guste <3
