Capítulo 5.

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Mientras caminaba iba pateando una piedrita que me encontré en el camino, mientras escucha como Alma tarareaba una canción, que la verdad no tenia ni idea de quien era, aunque probablemente se trataba de Taylor, por que ella es fan y se la pasa to...

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Mientras caminaba iba pateando una piedrita que me encontré en el camino, mientras escucha como Alma tarareaba una canción, que la verdad no tenia ni idea de quien era, aunque probablemente se trataba de Taylor, por que ella es fan y se la pasa todo el día hablando de eso.

Suspire el frío viento que me pega directo en la cara. Hacia un re frío, pero tenía que llevar a Alma a su casa ya que no la dejaría ir sola, y como no tengo auto tenemos que caminar, igual estamos a un par de cuadras por suerte. Habíamos hecho una juntada y todos estaban demasiado drogados, en especial Tomas que fue quien la trajo, y como soy el que más rescatado esta ,sorprendente,  me ofrecí a llevarla.

—¿Te puedo hacer una pregunta?—de repente Alma rompió el tranquilo silencio.

—Ya la hiciste—me reí ante mi pelotudez y por que ella me miró mal—dale ¿Qué paso?.

Ella miró a la nada y yo seguí mirando mi piedrita enfocándome en no perderla.

—¿Cuándo empezaste a fumar?—pregunto con tranquilidad y algo se me removió.

Supongo que hace mucho no pienso en eso, aunque siempre termina por perseguirme el fantasma que dejo su ausencia. Me sorprendió que ella sacara el tema, pero sabia que se le estaba haciendo manía eso de querer averiguar el por que de tanta autodestrucción.

Con mi expresión seria le conteste sin ser cortante, solo por que era ella, si hubiera sido cualquier otro lo mandaba a la mierda.

—Por que me rompieron el cora'—respondí y lance una risa seca al final.

Era la verdad, era un pibe que no sabia un carajo de nada y le di todo de mi a una persona que no quería quedarse. Le dedique canciones que jamás bailo, le escribí cartas que nunca leyó e incluso me tatué su nombre aun sabiendo que no se quedaría.

Por desesperación caí en la mariguana y de ahí no pude parar a la hora de probar droga, y se que por amor no se muere y que fue una pelotudez cagarme la vida así por una piba, pero era chico y no sabia como manejar mi dolor y la mejor forma que encontré fue drogándome.

De ahí descarte al amor en mi vida, por que aunque ya supere ese tema hace bastante, dejo secuelas, como el hecho de que me es imposible dejar la droga y que realmente siento que soy malo para amar.

—La droga no cura el dolor.

Sentencio y yo solo reí ante sus comentarios.

Alma, tenemos un concepto muy distinto de la vida.

—No, pero lo anestesia por un rato.

Ella se quedó en silencio y lo apreciaba, o al menos sobre este tema, ya que la verdad no me hace mucha gracia, pero supongo que podía entender su curiosidad, aunque pronto debería de poner límites, por que aunque le tengo mucho cariño a Alma no puede interferir en mis adicciones si yo no se lo permito.

Pero mis pensamientos de como hablar con ella sobre eso se ven interrumpidos cuando se aparta de mi lado, y me freno para saber que carajo va a hacer y ahí fue donde una sonrisa se me escapa, ya que se va a un jardín lleno de flores chiquitas en donde arranca unas cuantas creando un mini ramo de flores amarillas. Al volver a mi lado hizo algo que jamás imagine, ya que espere que arrancará la flor por mil motivos, menos por este.

—Para vos, Mau.

Me extiende la flor con los ojitos cerrados y con una sonrisa de punta a punta que me dio muchísima ternura.

Definitivamente Alma hacia las cosas menos inesperadas y que te llenaban de amor, por que sus pequeños gestos eran simplemente mágicos.

—Un poco irónico que justo vos me regales flores—reí haciendo referencia a su ganas de que deje la droga—gracias, es la primera vez que me dan flores.

La acepte y le devolví la sonrisa sintiéndome muy bien por ese simple gesto, y al instante agarre una de las flores y la puse en mi oreja haciendo que ella ría. Hasta su risa parecía la de un ángel.

Alma, algún día me vas a matar de amor.

Y entre risas comienzo q sentir un hormigueo ya a media cuadra de la casa de Almi, y viendo su sonrisa como si hubiera conseguido lo imposible rebusque en mi bolsillo para sacar un porro, el cual encendí y una parte de mi odio hacerlo cuando la sonrisa de Alma se desvaneció y unos ojos de tristeza inundaron sus oceánicos ojos.

No se que esperabas de mi Alma, pero no debiste imaginar algo bueno.

No podes reparar lo roto, por mas flores amarillas que regales para curar heridas.

Perdón si te decepcione, pero no es mi culpa ser así y tampoco es mi culpa que vos quieras cambiarlo.

Alma, soy un desastre y deberías saberlo muy bien.
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Holis, la verdad me dio demasiada ternura este cap, pero bueno, ya veremos que corno pasa con estos dos <3 (No se que decir jsjsjjsj)

𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒍𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔 |𝑫𝒖𝒌𝒊| (𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora