Solo una jinete +18 Daemon Targaryen

La nueva Luz

Los cálidos rayos de sol se filtraban por los ventanales de palacio. Un Daemon un tanto más insoportable de lo normal, se despertaba de el lecho matrimonial. Su amada esposa e sobrina, para variar no estaba a su lado. Aquello le hizo enojar, pero el hombre no lo hizo. La reciente muerte de la hija de ambos , fue un duro golpe. Pero Rhaenyra seguía haciendo lo que más quería, volar en Syrax.

El hombre se levantó, el cabello despeinado , con ojos de no haber pegado ojo. Se le notaba en la cara. Se observó por un momento en el espejo , y sus rasgos de hombre maduro estaban presente. No sabía cómo había cambiado todo, y lo que estaba apunto de suceder.

En otra parte, en los cielos. Rhaenyra volaba mientras en cada vuelo las lágrimas se evaporaban . Ya no era la niña dulce que era antes, la que admiraba a su marido y quería criar a sus hijos. Las cosas habían cambiado por completo. Sobretodo desde la muerte de su padre, el rey.
La joven reina seguía volando ahorcajadas en los lomos de su dragón , solo quería olvidar, como lo hacía antes, cuando no tenía problemas. Cuando su mejor amiga era Alicent, y ahora solo era su madrastra.
Todo paso tan rápido, la sombra de un nuevo dragón , jamas antes captado, hizo sombra por un momento antes los ojos de la reina. La brillante armadura plateada , más liviana que el acero pudo tomar las riendas de la reina, había perdido el control , y la nueva persona que en ese momento hizo aparición , controló el dragón descontrolado.

Daemon , que en ese momento llegaba vio también al nuevo dragón y lo que había ocurrido en ese momento. Estuvo tentado en socorrer a su esposa , pero la rapidez de el otro jinete lo hizo observar.

En los cielos , Rhaenyra, ya tubo el control de nuevo, y ambos dragones , descendieron hacia el suelo.

Daemon llegó apresurado hacia el lugar de aterrizaje. Rhaenyra, bajó de el dragón , observando a aquel nuevo ejemplar de escamas negras, para a continuación mirar al jinete, que este bajo también de lomo de el nuevo dragón.

— Gracias— le dijo Rhaenyra— A ambos, había perdido el control. — Daemon la tomó de la mano, para asegurarse de que todo estaba bien en ella, su esposa lo miró— estoy bien , no te preocupes, gracias a ellos pude tomar el control.
— Te más cuidado la próxima vez...— le dijo el hombre, estaba realmente preocupado, pero observo también al nuevo ejemplar, era incluso más grande que Caraxes.
— ¿Cuál es vuestro nombre?— pregunto ahora la joven Targaryen, observando a su jinete. Tras quitarse el casco, una melena tan plateada como la de ellos caía en suaves cascadas en la armadura, de ojos negros como la noche hizo estragos en el cuerpo de Daemon cosa que le extraño. La joven sonrió. Pero se inclinó en una reverencia, hacia el matrimonio Targaryen.
Daemon no podía apartar sus ojos de la joven desconocida, como tampoco lo hacía su esposa. La joven dejó de hacer la reverencia al notar el suave apretón que le dio la reina.

— Me llamo Missidia. Soy una jinete de el frío hielo. — ambos la miraron , clavando sus ojos en ella, la joven los mira , pero en sus labios no desaparece la sonrisa.
— Bienvenida señora... — quiso saber su apellido, pero el nuevo dragón protegía a su jinete de la mirada inquietante de Daemon Targaryen. La joven también clavó sus ojos color negro  en las retinas de el hombre, para a continuación acercarse al oído de el dragón y decirle :
— Esta bien — le susurro al oído — estoy bien querido Xander , no debes de ser tan protector— acaricia el dragón , para de nuevo mirar al matrimonio— prefiero dejar mi apellido sin nombrar, si no os importa, majestades. — Daemon no estaba de acuerdo pero su mujer estaba fascinada por aquel dragón de escamas negras.
— Me encantaría poder tocarlo— le dijo a la joven , la de ojos negros la observo, y susurró algo al oído de Xander.
— Puede hacerlo. — sin separarse de él, Rhaenyra , acarició con cuidado la cabeza de aquel ejemplar, Daemon no paraba de mirar a Missidia, había algo que de ella no le gustaba. Xander, se movió con brusquedad pero sin hacer daño a ninguna de las dos féminas. Miraba con enojo al hombre. — debo irme, es tarde y la noche acecha.
— Puedes quedarte en palacio— dijo Rhaenyra dejando de acariciar al dragón — serán nuestros huéspedes.
— No podemos mi señora, Xander es un espíritu libre, como yo soy la luz que lo guía.
— Por favor señora, debería de aceptar, sería y será divertido tener otro jinete de dragón. — fue Daemon que dijo aquellas palabras. Su sobrina esposa pestañeo, como la misma Missidia hizo. Afirmando con la cabeza.
Xander echo un último vistazo a su jinete, ella se despidió de él, observando cómo alzaba el vuelo.
— Les sigo— dijo la joven, la mirada de Daemon de nuevo se clavó en los ojos de la joven, empezó a caminar Rhaenyra delante y Missidia detrás . Ella sonrió sin ser vista, miraba con crueldad la espalda de Daemon, apretando el puño, que este iba a la izquierda de su mujer.