Hasta el fin

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Missy estaba apoyada contra el árbol, mientras las manos de Daemon acariciaban cada parte de aquel maduro cuerpo. Le mordía el cuello con suavidad y ella de vez encuando la barbilla.
Las manos de ambos, seguían rozando cada parte de la ropa que aún cubría la piel de ambos. Seguían calentándose a cada roce incluso , Missy se dejó llevar atreviéndose a caricias la entrepierna de Daemon con sus dedos. Aquello le sorprendió al mayor de los Targaryen.

— Vaya Lady, está usted algo traviesa— ella le sonríe con travesura.

— Déjese llevar mi rey. Solo déjese llevar. — y vaya si lo hizo, Missy se arrodilló ante él, bajándole un poco así el pantalón, sin dejar de mirarlo. Ella ya no podía perder nada, por eso quería enseñarle lo que en su vida real, en su realidad sabía hacer. Ella no era una niña tal como era Rhaenyra . Era una mujer inteligente, de la misma edad que el propio Daemon. Más experimentada. Ahora podía hacer uso de ello.
Tras bajar un poco más el pantalón, saco con suavidad el miembro de su rey. No pudo quedar más sorprendida, sin duda Daemon estaba muy buen datado.
" Ella miró de nuevo a su rey, y lamió su labio inferior, sujeto con firmeza la polla de su rey, y no le importó estar al aire libre. Sin dejar de mirar a su hombre, fue como lentamente se metió el glande en la boca, succionando, lamiendo y jugando con su lengua . Daemon, gimió de placer, estaba experimentado en todo lo que conocía de sexo, pero aquello le dejó impactado. Se dejó hacer, tal como ella le pidió.
Sin dejar de mirarlo, fue cuando acabó de meterse la polla aún más adentro de su boca, casi hasta tocar la garganta, aguantándose la arcada, sacó de nuevo la polla para de nuevo metérsela dentro y empezar con aquella felaccion que hacía gemir a su rey. Missy, evitaba tocarse, pero chuparle la polla a aquel hombre era excitante. Ya que divertida y a la misma vez excitada lo miraba a los ojos para verle la cara de placer que tenía su rey. Notaba las venas que palpitaban en aquel miembro que cada vez costaba más metérsela en la boca.

— Mi amor, para por favor, me vas hacer que me corra en tu boca. — pero Missy no paraba, solo quería darle placer. Dejó por un momento de chupar la polla, cosa que agradeció el contrario, para ahora inclinar la polla de el contrario aún lado, para préstale atención a la bolsa escrotal, chupando los testiculos hasta tal punto que los marcaba. Los gemidos de Daemon cada vez eran más agudos, se apoyó con la mano al árbol que estaba siendo testigo de aquel encuentro más caliente. Para la otra colocarla en la cabeza de Missy, guiándola para que no haga daño, pero no necesitaba ayuda, ella sabía perfectamente lo que le gustaba a su hombre. Se vio obligado a pensar en otras cosas. Solo quería metérsela rápido . Y luego llevársela a otro lugar más  íntimo. — Mi amor, para. — la miró fatigado pero cada vez más pervertido, ella paró y se puso en pie, para besarlo , jugaba con la lengua de el contrario en una guerra interminable, ahora le tocaba a él. Por eso la giró mirando ella el árbol, para notar las manos masculinas de Daemon subiendo el viso hasta la cintura de ella, para apartar la ropa interior. Se puso de rodillas, quería observar cómo estaba aquel jugoso coño tan rosado que le encantaba. Tras separar los labios vaginales , y rasgar la Fina tela pudo ver lo lubricada que estaba, por eso en un movimiento rápido , se puso de pie y empezó con su glande a pasarlo por los labios vaginales, tras tomar su polla entre su mano derecha. Solo esperaba la orden de Missy. Jugaba en su entrada , metiendo un poco el glande dentro de el coño. El hombre tragaba duro, y hasta podía jurar que aquel coño seguía tan estrecho como el primer día . Los gemidos de ella eran cada vez más sonoros .
— Hazlo mi rey, no me torture más — ella se agarraba al árbol para inclinar su cuerpo hacia delante poniendo su trasero , elevándolo para facilitarle la entrada a Daemon, separó sus piernas , cuando notó como aquella polla entraba lentamente en su coño hasta el fin, haciendo que ambos gimieran de placer. Daemon se paró al principio, sintiendo que las paredes vaginales lo atrapaban, eran tan jodidamente estrecha que tuvo que pensar en otra cosa para no correrse. Fue así, como empezó a moverse, — Daemon ~... amor~ más rápido — él no quería, pero era inevitable hacerlo, la tomó de las caderas para empezarle a dar más duro, Missy estaba cada vez más cerca, pues le encantaba de aquella manera, solo significaba una cosa pero no quiso pensar en eso ahora. Lo deseaba, lo amaba, quería un orgasmo, y aquella polla dura de Daemon no paraba de entrar una y otra vez dentro de ella, cada vez más deprisa, él la tomó en ese momento de el cuello, no sabía que le pasaba, el cuerpo de su mujer, reaccionaba a todas sus caricias y le encantaba.
— Córrete mi reina , no puedo aguantar más— ella disfrutaba de ese momento, los gemidos calientes de su amante, estaban indicando que estaba cerca de correrse.
— Juntos...— y eso es lo que hizo, empezó también ella a moverse , escuchando el sonido de ambos cuerpos al aire libre. Los gemidos de ambos, haciendo que Daemon se encajase aún más , un gran error, había chocado contra el final de ella, aquello lo volvió loco, era la primera vez que estaba tan dentro que no podía parar, los vaivenes de ambos cuerpos aún vestidos, mojados por los fluidos , excitados por el momento de que podían ser descubiertos al aire libre, hicieron que ambos se corrieran a la vez. De nuevo lo hizo, de nuevo se había corrido dentro de ella, esta vez depositando el semen en las puertas de el útero. Missy, sonríe satisfecha, Daemon dejó de apretarle el cuello de su mujer, para dejar su peso apoyado en el cuerpo de ella. Sonriendo satisfecho abrazándola por la espalda, besándole esta última.

— Nunca te dejaré ... — ella sonríe de nuevo, intentado recuperar ambos el aliento.
— Yo tampoco quiero dejarte mi rey...— notó otro beso, esta vez en el cabello, cuando entrelazo sus dedos con la mano que Daemon había dejado apoyada, sobre ella, intento calmarse cuando de nuevo escucho el tic tac , más cerca, acabando con un Tac...

Solo una jinete +18 Daemon TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora